Verísimo Pazos es presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Castelao desde 2007. Es un histórico del movimiento vecinal pontevedrés. Ha liderado todo tipo de colectivos y plataformas sociales a lo largo de los últimos años.

- Algunos de sus antecesores le critican por haber puesto la federación vecinal “al servicio” del gobierno local. ¿Qué opina?

- No les voy a contestar.

- ¿Pero cree que “Castelao” ha mantenido su labor reivindicativa?

- Indudablemente. En los últimos años la federación ha encabezado o apoyado las principales reivindicaciones de la ciudad, como la del hospital único, el traslado de Ence, la capitalidad de la provincia, el asunto de las tarifas eléctricas, la ronda urbana, el desdoblamiento de la carretera de Marcón, los terrenos de la Brilat, o el transporte público. Y también otras más pequeñas, digamos, o demandas de barrios, como la reforma viaria de Médico Ballina, la humanización del barrio de A Seca, o de Salgueiriños. Apoyamos la reivindicación de Campolongo sobre su local social, las demandas de A Devesa y Campañó, muchas cuestiones. También estamos en el movimiento vecinal a nivel gallego y nacional. Y todo eso es reivindicación. No estamos al servicio de ningún partido político, estamos reivindicando cuestiones de importancia para la ciudad y para los vecinos.

- También le reprochan falta de crítica hacia el poder local.

- Es que no creo que el movimiento vecinal esté para hacer oposición política a nadie. El movimiento vecinal tiene que criticar al que lo hace mal y también elogiar o reconocer al que lo hace bien. Y eso hacemos en “Castelao”. El movimiento vecinal tiene que ser reivindicativo, crítico, pero también colaborar con las administraciones cuando lo están haciendo bien, y aportar soluciones. Pensar lo contrario es lo que provoca que los políticos vean al movimiento vecinal como un enemigo, cuando debe ser todo lo contrario. Las asociaciones pueden ser el mayor colaborador que tiene un ayuntamiento, porque las asociaciones conocen los barrios, conocen sus problemas, y cuando se lo plantea al político, digamos que le da el trabajo hecho. El problema es cuando el político solo se acuerda del movimiento vecinal en los dos o tres meses previos a las elecciones y el resto del mandato lo deja de lado, o trata de utilizarlo. También es cierto que a veces el político trata de dividir al movimiento vecinal, o más que dividirlo manipularlo, porque dividirnos ya nos dividimos nosotros.

- ¿Cree que las asociaciones y la federación representan realmente a los vecinos?

- Sí, absolutamente. Las asociaciones son las entidades sociales que más trabajan en contacto con el vecino. Lo que ocurre es que esa es una cuestión muy relativa. Hay asociaciones con 2.500 asociados, como Eduardo Pondal, y otras con 20. También hay barrios más grandes que otros, pero tampoco creo que sea una cuestión de números. La ley dice que la asociación de vecinos tiene la representatividad de su territorio de actuación. Independientemente de eso, no todos los vecinos tienen porque ser socios. Prueba de que el movimiento vecinal es representativo es que se logró parar a nivel nacional la subida de las tarifas eléctricas, porque todo el movimiento vecinal de España estaba ahí peleando para ello. También se está trabajando en la cuestión de la sanidad pública. Ahora mismo hay un documento que está corriendo por ahí, que dice que la asociación de empresas que están gestionando los hospitales de Madrid no está de acuerdo en que su beneficio sea solo el 7,7%, que es el que dicen que tienen, y están pidiendo el 11,4% de beneficio. El movimiento vecinal en su conjunto también está trabajando contra eso.

- ¿Qué opina de la posible fusión de las Cámaras de Comercio de la provincia?

- Es otra puñalada trapera a Pontevedra. Aquí se ha dividido a la provincia en dos, con dos capitales administrativas, la Audiencia se disgregó antes, luego la Xunta, ahora quieren llevarse la Cámara a Vigo... Sería lógico unir las cuatro Cámaras de la provincia en una sola, pero mientras la capital de la provincia siga siendo Pontevedra este tipo de entidades tienen que tener su representación en la capital, si no, ¿para qué lo es? Y no tengo nada contra Vigo, pero Pontevedra tiene su función que es ser la capital administrativa.

- ¿Cómo ve el futuro del movimiento vecinal en Pontevedra?

- El movimiento vecinal siempre ha tenido altibajos. En estos momentos está en un momento algo apático porque hay pocas aportaciones de gente joven. En otros lugares las asociaciones están integrando a gente joven. Aquí no sucede eso porque si entran jóvenes, los que están de antes pretenden que los jóvenes hagan lo que ellos digan, y así acaban marchándose. Los jóvenes tienen que entrar en el movimiento vecinal y hay que dejarles hacer las cosas a su modo, que renueven las ideas y las asociaciones.