“Pontevedra había hecho los deberes” y su experiencia como primera ciudad española en aplicar en todo el casco urbano la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora (en lugar de los 50 anteriores) servirá de ejemplo para la Dirección General de Tráfico (DGT) extienda esa medida, con ciertos matices, a todas las urbes del Estado. Así lo anunció ayer el director de la DGT, Pere Navarro, en el segundo Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial, un congreso que se celebra en Córdoba y donde Pontevedra interviene como ponente principal. Más de 500 personas relacionadas con el tráfico y las ciudades, (alcaldes, concejales, técnicos de movilidad y urbanismo, de centros de enseñanza e investigación) debaten en este foro sobre la seguridad vial en las ciudades y el tema ‘estrella’ es la medida consensuada por la DGT y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) sobre las zonas 30.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, que ayer defendió el modelo urbano a orillas del Lérez, recibió con “gran satisfacción” el anuncio por el que la DGT ultima una próxima reforma del Reglamento General de Circulación para recortar los límites de velocidad en las calles urbanas, aunque no en todas. Se aplicará en los viales de un carril para cada sentido o de dirección única. Por tanto, no será en la totalidad del casco, como sí ocurre en Pontevedra.

“A 30 se salva el 95%”

Navarro calificó ayer de “absurdo” que en este tipo de vías urbanas el límite de velocidad sea de 50 kilómetros por hora, cuando, además, estas calles (cerca del 80% en una ciudad, según sus estimaciones) soportan apenas el 20% del tráfico de vehículos. Además, recurrió a un argumento muy escuchado estos años en Pontevedra a la hora de relacionar la velocidad con los accidentes: “A 70 kilómetros por hora no se salva nadie, a 50 se salva el 50% y a 30 se salva el 95%”.

El responsable de la DGT confía en que esta iniciativa sea bien recibida, ya que se está aplicando, además de en Pontevedra, en otros lugares como París, Amsterdam y ciudades del norte de Italia. Por último, Navarro apostó por la movilidad sostenible en las ciudades para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, lo cual, según agregó, “descansa en un cambio de prioridades: antes la prioridad era el automóvil y ahora son los ciudadanos”, un silogismo que también defiende Lores, para el que la prioridad es la siguiente: “Peatón, bicicleta, transporte público, vehículo privado”.

No obstante, Navarro no precisó las “barreras” que se aplicarán para frenar la circulación, aunque se habla de “marcas en el asfalto” o “estrechamientos en el comienzo de esas vías”, sin citar los “lombos” que proliferan en Pontevedra.

Según los datos de Tráfico, los peatones representan dentro de la zona urbana en España el 46 por ciento de los fallecidos, el 30% de los heridos graves y el 13,7% de los leves. Los colectivos de peatones asistentes al foro de Córdoba han recibido con satisfacción la medida. Pablo Barco, el coordinador del foro Andando, defiende que en los entornos urbanos la velocidad normal sea de 30 y que los 50 se fijen sólo para los grandes ejes que facilitan los desplazamientos. También Ole Thorson, el presidente de la Federación Internacional de Peatones, considera necesario que se circule a esa velocidad en las tres cuartas partes de las calles.