En un nuevo intento por desbloquear la ansiada reforma de los puertos de Raxó, Covelo y Combarro, que duerme en un despacho de Portos de Galicia, el alcalde de Poio, Luciano Sobral, comenzará en las próximas semanas una ronda de contactos con los principales colectivos afectados.

El regidor espera a comprobar si, en la versión de los presupuestos para 2011 aprobada por el Parlamento de Galicia, el gobierno autonómico incluye una partida que permita el desarrollo del proyecto que, según apunta, ahora se ha convertido en "un proyecto refundido de los tres puertos".

La propuesta para mejorar los muelles se remonta a los tiempos del gobierno bipartito de la Xunta de Galicia. En una de sus últimas visitas al municipio, José Manuel Álvarez-Campana, responsable de Portos de Galicia y con quien la administración local debería firmar el convenio que dé el pistoletazo de salida a los trabajos, se comprometió a que las obras estarían licitadas el pasado octubre y su ejecución comenzaría antes de que terminase el 2010.

A día de hoy, el concello de Poio no ha recibido ni el proyecto definitivo con las actuaciones previstas para la zona ni el convenio.

Desbloquear el polígono

A pesar de que el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, anunció a principios de semana una inversión, en 2011, de 2,2 millones de euros para el polígono industrial de Fragamoreira, Sobral no es optimista sobre el desarrollo del proyecto.

"El anuncio de esa misma inversión ya se hizo en 2009, si se repite este año es porque no se gastó nada antes y eso es una mala noticia", señaló el regidor, que apuntó que ahora es la sociedad pública de gestión del suelo Xestur quien tiene en su mano desbloquear el proyecto.

La empresa es la encargada de elaborar el plan de urbanización de la zona, así como de gestionar los servicios externos (como agua y luz).

El concello ha solicitado una reunión con los técnicos de la Xunta para aclarar ciertas "disfunciones" con el proyecto inicial. "Son modificaciones de forma, como la altura de las naves", reconoció Sobral, que apuntó que al ser modificaciones de forma y no de fondo, el proyecto no tendrá que repetir exposición pública y sólo faltaría llevarlo a pleno.

Pero estas cuestiones no interfieren, dijo el nacionalista, con plan de expropiaciones a seguir por la consellería "que tampoco ha habido ninguna".