Ninguna de las dos soluciones que plantea el Ministerio de Fomento para eliminar los pasos a nivel del tren a Marín en la plaza de Placeres (crear pasos subterráneos para coches y peatones o excavar un túnel para soterrar el propio ferrocarril) satisface a los técnicos municipales, cuya opinión fue recabada por el Ministerio de Medio Ambiente en el largo proceso para cumplir la sentencia de 2004 que ordena eliminar esos pasos a nivel. El informe que el Concello remitirá al Estado apuesta por una tercera vía que Fomento no llegó a explorar, al menos de forma oficial: desviar buena parte del trazado actual del ramal ferroviario al Puerto de modo que no sólo se aleje de Placeres, sino de otros lugares del municipio por los que cruza en la actualidad, como As Estrigueiras o Mollabao. Para ello, habría que desplazar por completo al menos unos cuatro kilómetros del tren, desde la salida del túnel bajo el centro comercial de Salcedo hasta las propias instalaciones portuarias. Esta solución presenta una complejidad no sólo técnica sino, especialmente, económica, ya que habría que expropiar miles de metros cuadrados para tender las nuevas vías.

No obstante, para los técnicos municipales no sólo sería le mejor opción para resolver el conflicto judicial que pende sobre el tren en Placeres, sino "la única", según destacó ayer el concejal de Infraestructuras, César Mosquera. Este informe, que será analizado el próximo miércoles en comisión para su posterior envío al Gobierno central, destaca que la propuesta de crear pasos subterráneos en la plaza para los coches y peatones (la solución que defiende en Puerto), dejaría las vías al mismo nivel que en la actualidad "por lo que habría que vallar todo el recorrido ferroviario en Placeres, que quedaría físicamente dividido en dos". A su vez la creación de un túnel para el tren afectaría de tal manera a la playa de vías del Puerto que el uso del transporte ferroviario dejaría de ser rentable, un argumento que ya esgrimió la Autoridad Portuaria para desmontar la pretensión inicial de Fomento, que sí apostaba por el soterramiento de las vías.

La pretensión municipal es que, al menos, el ministerio estudie esta tercera alternativa y busca posibles trazados distintos al actual, toda vez que el tren discurre por un itinerario diseñado hace casi un siglo, "cuando la realidad social y urbanística de Pontevedra era muy diferente a la presente". Eso sí, la opción de que discurra paralela a la autovía de Marín, en todo o en parte, tampoco se acepta desde el concello por su "impacto sobre la ría".