Soterrar las vías del tren para que discurran bajo la plaza de Placeres, una opción que se considera "muy compleja", o crear pasos subterráneos para coches y peatones por debajo de la línea férrea, una posibilidad más factible. Estas son las dos alternativas que maneja el Ministerio de Fomento para cumplir la sentencia firme que el Tribunal Supremo dictó en 2007 (ratificando una de 2004 del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia) que declaró ilegales esos pasos a nivel y ordenó su supresión. Estas dos opciones figuran en un estudio que el Ministerio de Medio Ambiente acaba de remitir a los Concellos de Pontevedra y Marín para recabar su opinión sobre la evaluación ambiental de la actuación que sea elegida.

Ambos concellos disponen de un mes para emitir su informe sobre un proyecto que no hace referencia alguna a la posibilidad de desviar el trazado del tren al Puerto, la posibilidad que sería más del agrado del gobierno local capitalino, ya que en su día, en la fase previa a la ejecución de las obras, ya propuso que las vías discurrieran paralelas a la autovía de Marín y no por delante de la iglesia de Placeres.

La sentencia del Supremo, promovida por la plataforma vecinal de Os Praceres, se declaró firme en marzo de 2007 y Fomento acordó redactar un estudio de posibles soluciones en octubre de ese año, cuya elaboración se adjudicó dos meses después a la empresa Ingeniería e Economía del Transporte S. A. por 357.447 euros. Tres años después de esa adjudicación, los concellos reciben la primera documentación oficial al respecto.

La empresa adjudicataria tuvo que realizan una "visita de campo" a la zona y analizar la red viaria actual. Una vez recopilados los datos, debían plantearse las posibles soluciones, basadas en "tres grandes posibilidades": "Modificación del trazado del ferrocarril en planta para evitar su paso por la plaza de Placeres, donde se sitúan los pasos a nivel señalados; modificación del perfil longitudinal del ferrocarril mediante soterramiento o elevación del mismo a su paso por la plaza; y modificación del viario que cruza el ferrocarril y pasos inferiores o superiores para vehículos y peatones o bien nuevos accesos viarios a la zona afectada desde la autovía de Marín o la trama urbana del entorno". Finalmente se opta por una única posibilidad: enterrar las vías o "soterrar" la plaza, una opción, esta última, que los vecinos no están dispuestos a admitir toda vez que, como ellos recuerdan, los jueces declararon "ilegales" los pasos a nivel y reclaman que la plaza recupera su fisonomía anterior.

Obligado ahora a eliminar esos tres pasos a nivel el ministerio señala que "las alternativas consideradas viables como posibles deben permitir siempre, salvo excepcionalmente en situaciones provisionales durante la ejecución de la obra, mantener el servicio de transporte de mercancías en el ramal ferroviario de acceso al Puerto de Marín y la accesibilidad de peatonales y vehículos a la zona norte de la plaza de Placeres, donde se encuentran algunas edificaciones de tipo residencial y la iglesia". Los vecinos siempre han pedido, en cambio, que el tren dejara de pasar por Placeres, algo que nunca aceptaron las administraciones.