Ence evalúa los pros y los contras de dos escenarios posibles a corto y/o medio plazo: que el veto de la Xunta de Galicia a su proyecto de planta de biomasa en Lourizán (Pontevedra) tenga marcha atrás y puedan seguir adelante con su propuesta industrial o que este veto sea definitivo lo que le obligaría a replantearse su apuesta por las energías renovables en Galicia.

En esta circunstancia los responsables del grupo empresarial esperan el dictamen de su asesoría jurídica que está analizando las posibilidades “reales” que tienen de que prospere un recurso judicial (por la vía de lo Contencioso-administrativo) contra la resolución de la Consellería de Economía e Industria de aceptar la demanda del portavoz municipal del PP y presidente local del partido, Telmo Martín, que recurrió la decisión inicial del citado departamento autonómico contra la preselección del proyecto de planta de biomasa de Ence para el municipio.

Recursos similares al formalizado por Telmo Martín fueron presentados en su día por el Concello de Pontevedra y por la Asociación pola Defensa da Ría (APDR) sin que, hasta el momento, hayan obtenido respuesta de la Xunta.

Si los abogados del grupo pastero concluyen que el fallo judicial les puede ser favorable, y en un tiempo relativamente corto, presentarían el contencioso. En caso contrario podrían en marcha un plan B de redefinición de su estrategia empresarial en nuestra comunidad, condicionada también por la espada de Damocles del 2018, fecha en la que vence, en aplicación de la Ley de Costas, la concesión estatal de los terrenos que ocupa el complejo industrial de Ence en las marismas de Lourizán, a orillas de la ría de Pontevedra.

Ence presentó al concurso de plantas de biomasa de la Xunta hasta tres proyectos de centrales energéticas para Galicia: el de Lourizán, que obtuvo en principio la calificación más alta y después fue vetado instancias del presidente pontevedrés del partido que gobierna; otro en Curtis y el tercero en As Pontes.

El grupo empresarial que preside José Luis Arregui ha hecho de las energías renovables y de manera especial de la generada a partir de la biomasa una de sus apuestas de futuro. En este sentido presentó ante la junta de accionistas un plan a cinco años que contempla la construcción de diez plantas de biomasa, con una capacidad nominal global de 210 megavatios (Mw) que se sumarán a los 180 ya instalados.

22.000 hogares

El proyecto pensado para Pontevedra es el de una planta de biomasa de 10 mw de potencia, para cuya puesta en marcha sería necesaria una inversión de 30,6 millones de euros, según los datos aportados por la propia empresa.

Esta central energética de biomasa crearía medio centenar de empleos directos, forestales e industriales, recuerdan fuentes de Ence que hacen especial hincapié en el hecho de que su producción de 66.000 megavatios/hora al año serían suficientes para abastecer a 22.000 hogares con energía verde.

Además. añaden, está demostrado que la valorización de la biomasa forestal contribuye a reducir el riesgo de incendio, la importación de combustibles fósiles y las emisiones de CO2.