El tramo pontevedrés de la variante de Marín, cuya conclusión estaba prevista inicialmente para 2011, podría retrasarse dos años más, hasta 2013, según se establece en el "horizonte" que la Consellería de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha plasmado para esta obra en su Plan "Move" de infraestructuras viarias para el periodo 2009-2015. El documento incluye este vial, entre O Regueiriño y la autovía de Marín, en Lourizán, en el capítulo de "vías de altas prestaciones".

El plan "Move" recoge las previsiones ya conocidas de este proyecto, como el recorrido de 4,4 kilómetros o el presupuesto de 25,5 millones de euros, pero incorpora el dato del año 2013 como posible fecha de finalización, un plazo bastante más prolongado que el inicialmente previsto, toda vez que las obras comenzaron oficialmente en enero de 2009, con 24 meses como plazo de ejecución.

Las obras, que servirán para dar continuidad al tramo marinense en servicio desde hace varios años, se concentran especialmente en la parroquia de Lourizán, aunque afectan parcialmente a la de Salcedo. El pasado verano, la consellería hizo un balance de la ejecución y aseguraba que se trabaja "a pleno rendimiento" en el 60% del trazado entre O Regueiriño y Mollabao. Incluso se insistía en que tanto el proyecto inicial (aprobado y adjudicado por la Xunta bipartita) como el plan de trabajo" se ejecuta según lo previsto" y "no hay ningún cambio". Esto significaría que se mantiene el último trazado elegido, que obligará a modificar por complejo el actual nudo de la autopista en la autovía de Marín (la PO-11), al lado del complejo de Ence. Sin embargo, la propia Xunta tenía dudas al respecto debido al retraso en la aportación de los fondos negociados con el Ministerio de Fomento para cofinanciar esa remodelación, así como las posibles trabas apuntadas por costas, al afectar a terrenos marítimo-terrestres.

Entrevista

Este asunto será sin duda objeto de análisis entre el conselleiro Agustín Hernández, y el alcalde, Miguel Fernández Lores, en la entrevista que ambos mantendrán el próximo miércoles, durante la visita oficial del titular de Medio Ambiente a Pontevedra. Se podrá aclarar entonces si se mantiene la remodelación de ese nudo, a la que se opone el PP local, o se apuesta por otra opción. En ese punto de Mollabao está diseñada una reforma con viales a distinto nivel para corregir el sistema actual de entradas y salidas, que se efectúan por la izquierda, al contrario de la habitual, lo que obligaría a desplazar hacia el interior parte de la propia PO-11. El presupuesto de reforma de este nudo es de 14 millones de euros y la mitad la debe aportar el Ministerio de Fomento. Así se pactó entre ambas partes con la anterior Consellería de Política Territorial, pero la Xunta actual afirma que todavía aguardan la llegada de esos fondos.

Al margen de la variante de Marín, el gobierno local tiene un extenso programa de trabajo pendiente con Agustín Fernández para el próximo miércoles, toda vez que este departamento es el encargado de asuntos tan dispares como el saneamiento del rural, el futuro del Plan General de Ordenación Municipal, la red viaria, el tratamiento de las basuras, el suelo empresarial o la política de vivienda. El conflicto con Sogama por la recogida de voluminosos y el cálculo de las facturas, los trámites para ejecutar la ronda urbana, que el concello demanda desde hace años o la prórroga de los convenios para financiar las redes de saneamiento en las parroquias, en suspenso desde que se firmó en su día el primer acuerdo serán algunos de los asuntos de la abultada cartera de trabajo.