Un enorme boquete de unos dos metros y medio de largo por uno y medio de ancho obligó a cortar al tráfico los dos carriles en sentido a Marín en Orillamar, a la altura del muelle de As Corbaceiras.

El agujero sorprendió a la Policía Local y a los técnicos municipales cuando apareció ya en la tarde del lunes. En principio se pensó que sus dimensiones no eran tan grandes pero posteriormente se pudo comprobar como por debajo del pavimento de la carretera el agua había erosionado el terreno hasta formar un boquete de importantes dimensiones. Allí se efectuaron los primeros trabajos que tenían como principal objetivo asegurar la zona y averiguar las causas por las que se había formado el agujero. Al parecer, la respuesta está en el mar. Pese a la existencia de una pantalla de protección, el agua de la ría se habría filtrado por debajo de la carretera hacia la galería de servicio, que se está intacta, pero habría ido horadando parte del terreno hasta formar este boquete.

Técnicos municipales estudiaban en la tarde de ayer cuál es la mejor manera de reparar la calzada pero también como evitar que se vuelva a producir este tipo de agujero. Por el momento, no habían tomado ninguna decisión por lo que tampoco existe una previsión acerca de cuando se podrían reabrir al tráfico rodado estos dos carriles.

Por el momento, la Policía Local habilitó un corredor en la calzada en dirección hacia el puente de A Barca para que puedan circular por allí los vehículos que se dirigen hacia Marín, de forma que queda un carril abierto en cada sentido.

Al parecer, a consecuencia del boquete también se produjo un vertido de fecales que acabó en la ría a la altura del muelle de As Corbaceiras.

Espuma en el Lérez

Por otra parte, lo que se descarta es que este socavón tenga algo que ver con otro vertido que se denunció ayer en aguas del Lérez, entre el puente de Os Tirantes y As Corbaceiras y que provocó una mancha de espuma blanca que se pudo ver entre las nueve y las diez de la mañana.

Tanto la Policía Local como el 112 recibieron avisos de numerosos particulares. Los agentes municipales trasladaron el caso a la Policía Autonómica y a Augas de Galicia que investigan el origen del mismo.