Será a ponte das Correntes, pero sobre todo será a ponte dos pontevedreses" recordó ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, al inaugurar en la Casa das Campás la exposición en la que se exhiben los ocho proyectos que compiten por construir una estructura que será "emblemática", en palabras del regidor.

Éste incidió en que el puente será un símbolo más de la ciudad, teniendo en cuenta que es visible desde la autopista y que, en general, representa el modo de urbanismo que caracteriza a la Pontevedra de los últimos años.

La exposición se estructura en dos salas. En la primera se suministra al espectador información genérica sobre la red de movilidad perimetral, cómo serán las circunvalaciones del futuro o cómo se hará para desatascar A Barca.

En esta primera sala puede recogerse la encuesta para cubrirla a medida que se van viendo, en la segunda parte de la exposición, los proyectos que presentan las seis empresas en concurso.

La esbeltez del proyecto de Covsa, los acabados en madera y la forma de barco de la propuesta de Indeza o la originalidad del túnel cubierto de vidrios de colores que idea Eiriña-Teconsa son sólo algunos de los aspectos que podrá evaluar el espectador.

El alcalde no ocultaba ayer su satisfacción por el esfuerzo realizado por las empresas para presentar proyectos "de gran calidade e envergadura".

Y es que si los pontevedreses se fijarán especialmente en el aspecto estético, los técnicos de reputado prestigio invitados por el concello (y que revisarán los proyectos los próximos días 22 y 23, sin saber a qué puente han votado los vecinos) tendrán que evaluar otros aspectos como los costes, plazos de ejecución etc.

En este aspecto las grandes constructoras también pugnan fuerte. Los responsables del proyecto confirmaron ayer que todas han rebajado el plazo de ejecución de los 3 años que se solicitaban inicialmente a 24 meses, lo que podría permitir adelantar en un año la puesta en marcha de un puente clave para el tráfico local.