El presidente de la Asociación del Pueblo Gitano de Pontevedra, Sinaí Giménez, quiso salir al paso de las declaraciones efectuadas por el portavoz de los vecinos de Monte Porreiro, después de que el viernes cinco personas de este barrio pontevedrés declararan en el juzgado imputados por la Fiscalía de Pontevedra por un presunto delito de coacciones a las familias gitanas de O Vao realojadas en la urbanización.

Giménez dijo mostrarse sorprendido por las afirmaciones de los vecinos en las que declaraban ante el juez que sus protestas siempre fueron puestas en conocimiento de las administraciones y contaban con las autorizaciones correspondientes. "Lo que a mí me gustaría que me dijeran -dijo el presidente de Pueblo Gitano- es con qué clase de permisos contaban para realizar manifestaciones de una a tres de la madrugada ante las viviendas de las familias gitanas, para golpear con palos sus puertas o para gritar consignas violentas, tirar petardos de gran potencia y dañar un coche de una de las familias de la calle Alemania, porque esos permisos no se dan en ningún sitio" e insiste en que estas manifestaciones eran ilegales. Añadió que, "si sus protestas eran contra las administraciones, como dicen, ¿por qué no estaban esa noche ante la sede de la Xunta o de otros organismos?".

Asimismo, Sinaí Giménez asegura que los propios líderes del movimiento vecinal de Monte Porreiro lamenta hayan rechazado la posibilidad de aceptar el pacto propuesto por Pueblo Gitano "sin tan siquiera habérselo planteado al resto de los vecinos" de la urbanización.

En cualquier caso, los dirigentes de O Mirador explicaron ayer que trasladarán la oferta de Sinaí Giménez a la asamblea, aunque sí manifestaron que por las reacciones recogidas ayer entre los habitantes de Monte Porreiro, duda de que sea aceptada al considerarla un "chantaje" ante el que no cederán.

Cabe recordar que la oferta que realizó Sinaí Giménez consistía en que Pueblo Gitano retiraría las acusaciones presentadas contra los vecinos de Monte Porreiro si éstos aceptaban el regreso de una de las familias de O Vao, en concreto la que residía en la calle Portugal y cuya chabola deberá ser derribada en el plazo de un mes.

También se refirió a la consideración realizada por "O Mirador" sobre su persona, al calificarlo como un "interlocutor no válido". Giménez afirmó que él tampoco será interlocutor "con unos dirigentes vecinales que han promovido actos xenófobos y violentos. Recuerdo que las familias Gitanas no se han ido de Monte Porreiro por su propia voluntad a pesar de que tenían un piso suyo del que aún tienen las llaves", afirmó.