La fórmula del secuestro es algo habitual en el país mexicano, aunque no es la única modalidad existente. Según relata Héctor G. la pobreza que existe en un sector de la sociedad de la capital "está motivando este tipo de actuaciones, que van en algunas ocasiones, más allá, llegando a las amenazas y a la extorsión de las personas que pueden tener dinero".

Héctor aseguraba que "el secuestro es sólo una parte de lo que se escucha, pero los que allí vivimos sabemos que los robos o los saqueos también son habituales".

Para este mexicano afincado ahora en O Carballiño, la solución es complicada. "Las autoridades no pueden o no quieren hacer gran cosa para evitar estas situaciones y por lo tanto el final de este agujero se ve muy profundo".

Precisamente, uno de los carballiñeses que sufrió en sus carnes la violencia e inseguridad en México es el actual alcalde de la villa, Carlos Montes, que hace dos años, estuvo retenido varias horas en el establecimiento hostelero del que era gerente. Los hechos motivaron su regreso a O Carballiño, algo que se está repitiendo entre otros emigrantes en el país mexicano.