"No hay milagros, solo tratamos de que ese crecimiento urbanístico desbordado y a veces erróneo en sus conceptos que tuvo Barbadás fuese complementado con sus correspondientes infraestructuras y servicios de los que carecía para que no quedase relegada a ciudad dormitorio y poder ofrecer a sus vecinos comercios para comprar, ofertas para el tiempo de ocio y para la práctica de deportes para ellos y sus hijos", explica Xosé Carlos Valcárcel, alcalde de Barbadás desde 2015.
Él fue uno de esos vecinos de Ourense que, hace unos 15 años, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y aprovechando los escasos cuatro kilómetros que separan Barbadás de la ciudad y sus precios más competitivos, adquirió una vivienda en A Valenzá. "Entonces eran más baratas y mucha gente joven aprovechábamos el tirón", explica Valcárcel.
Este municipio, que estaba condenado a convertirse en una especie de "nueva Seseña", por su escasez de dotaciones e infraestructuras para dar servicio a la ingente población, para la que estaba siendo diseñada, como criticaban entonces a la ciudad dormitorio ideada por "el Pocero" en Toledo, es ahora el ejemplo a seguir.
Barbadás, concello considerado "del perímetro rural", ha conseguido batir su propio récord poblacional: 11.149 vecinos censados, según datos de abril de 2018 (428 más que en 2017) y una densidad poblacional de 324,9 vecinos por kilómetro cuadrado, solo superada por Ourense capital, con 1.219 habitantes por Km2, cifra en las antípodas demográficas de los 3,3 habitantes por kilómetro de Chandrexa de Queixa, por ejemplo.
Tiene además el tesoro más preciado por los inversores: es uno de los cinco municipios más jóvenes de Galicia, pues un 31% de los censados en Barbadás tienen entre 0 y 31 años, lo que supone el anverso de la provincia de Ourense, en la que uno cada tres vecinos supera los 65 años de edad.
"Pese a ese desarrollismo urbanístico desaforado y anárquico, ya encontramos a nuestra llegada parques y otras dotaciones para una población joven que sigue apostando por Barbadás, pero ahora ya no por los precios del mercado inmobiliario sino por lo que le ofrece nuestro municipio", señala Xosé Carlos Valcárcel.
La primera medida fue rebajar un 90% las tasas al comercio loca, "que veíamos exageradas", indica el regidor. Ahora mismo hay 115 establecimientos comerciales de todo tipo, "y una buena oferta de hostelería que hace que muchas familias se queden a pasar tiempo de ocio en A Valenzá", añade
Para ellos también dulcificaron y facilitaron la instalación de veladores en las calles, "al tiempo que realizamos campañas de apoyo y promoción de nuestro comercio, como el concurso de tapas", enfatiza. La bajada del IBI y del valor catastral "fue otro acicate para atraer población", apunta. Clave tres, los servicios: "Mejoramos las zonas verdes, creamos escuela deportiva con 400 niños apuntados y esperamos, con ayuda de la Diputación, renovar el césped de nuestro campo de fútbol", indica el regidor.
Advierte de que "todavía hay carencias, como un instituto o una nueva guardería pública, pero mientras se soluciona abonamos 100 euros al mes a las familias residentes que tienen que recurrir a la guardería privada al agotarse las plazas de la pública". Son solo tres años de gestión, pero Barbadas sigue siendo un concello creciente en una provincia menguante.
