La imagen de San Faustino Míguez (Xamirás, Celanova, 1831- Getafe, Madrid 1925), "volvió" ayer a la iglesia celanovense de Acevedo, la misma en la que fuera bautizado, gracias a la talla donada por la orden de las Calasancias para recordar al santo, canonizado como tal en octubre pasado por el papa Francisco, y que es considerado por su labor pedagógica y de apoyo a la dignificación y formación de la mujer el primer santo feminista de la historia.
La talla, donada por el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, mide más de un metro de alta, y en ella aparece una imagen del de San Faustino Míguez, rodeada por un niño y una niña de corta edad y que es obra de los hermanos Aznárez de Madrid, reconocidos artistas que también asistieron ayer en Acevedo a la misa solemne oficiada por el Obispo de Ourense Leonardo Lemos y que fue seguida por numerosos representantes de la curia ourensana, vecinos y familiares de San Faustino Míguez.
Reliquia
La donación realizada a la iglesia de Acevedo, incluye también un relicario que contiene en su interior una pieza de plata y en la que se custodia una reliquia, un minúsculo trozo de hueso de uno de los dedos del santo.
La donación y la misa solemne de bendición de la talla y entrega de la reliquia, se realizó un 8 de marzo porque fue además el día en el que falleció este santo que dedicó su vida vida a dar en épocas muy oscuras la dignidad a la mujer y abriendo escuelas que le dieron la libertad futura de decidir.
Fue una jornada de doble celebración pues por otro lado el obispo de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, presidió ayer en esa diócesis madrileña coincidiendo con la festividad de San Faustino Míguez, un encuentro sobre la mujer que tuvo lugar en el Colegio Divina Pastora de esa localidad perteneciente a la institución que fundara este santo escolapio, dedicada a la educación de las niñas y a la promoción de la mujer.
El acto arrancó con una cadena humana y una jornada festiva de unidad entre alumnos de los colegios Divina Pastora (calasancio) y La Inmaculada (escolapio).
Ya por la tarde, la madre Sacramento Calderón, superiora general de las Calasancias, pronunció una conferencia en la que analizó la situación sociocultural que llevó al santo a fundar esta institución y a la labor impulsora y de respeto que el ahora santo, oriundo de Ourense, hizo de la mujer.
