La soledad es una epidemia en territorios con una crisis demográfica acuciante como la que sufre Ourense. Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en toda la provincia hay 19.874 personas con más de 64 años que viven solas -el PSdeG pide este viernes, en el pleno de la Diputación, la elaboración de un censo de mayores que residen sin nadie a su lado-, y en la ciudad había a principios de 2017 652 vecinos censados que pasan los días en su hogar sin otra compañía.

En un año, únicamente en la ciudad, donde residen un tercio de los habitantes de la provincia, hay "5 o 6 casos" de personas halladas muertas en sus domicilios tras varios días, según los forenses. También son habituales los llamados servicios humanitarios: asistencias a domicilio de personas que sufren un percance y no pueden valerse por sí solas. Ayer, por tercera vez en este mes, los bomberos de Ourense auxiliaron a una mujer que vive sola.

Los vecinos de la calle Ramón Puga, en el entorno del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) alertaron sobre las 11.45 horas, al oír gritos de una vecina que habita en un primero. Los bomberos regresaban al domicilio tras haber acudido los días 10 y 12 por situaciones idénticas.

Accedieron con una escalera por la ventana de la terraza, ayudaron a levantarse a la mujer y abrieron la puerta para que los profesionales sanitarias pudieran asistirla. No fue necesario trasladarla a un centro médico. Según las fuentes consultadas, la mujer no tiene familiares en la ciudad pero los servicios sociales, añaden, conocen el caso y están tratando de localizar a algún allegado fuera.