La caída de la natalidad corre imparable en la provincia de Ourense. A las 14 horas de este lunes de Año Nuevo aún no había nacido ningún bebé. Helena, de 3,26 kilos, fue el último de 2017: vino al mundo a las 20 horas del domingo de Nochevieja (sus padres, Virginia y José Antonio, tienen 39 y 40 años). En la última década cada año que se despide lo hace con menos alumbramientos que el anterior y eso, irremediablemente acabó dando lugar al hecho insólito del pasado 1 de enero de 2017 cuando el esperado primer bebé del año no llegó ese día, sino el siguiente, in extremis, a las 23.05 horas.

Cuando Alicia nació habían pasado ya 48 horas sin un solo parto en toda la provincia, un hecho que nadie en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, CHUO, recordaba haber vivido jamás.

No sería raro que esta situación se volviese a producir este año ya que la media de nacimientos no ha dejado de caer este ejercicio. De hecho, por primera vez la media de alumbramientos diarios baja de 4 bebés por día. El número total de nacimientos anuales llegó a 1.406 al cierre de 2017, muy por debajo de los 1.700 del año 2007.

Según los datos de nacimientos que maneja el CHUO, la media de nacimientos diarios este año fue de 3,8 bebés, con 24 partos gemelares. La media en 2016 fue de 4,06, y ha venido reduciéndose progresivamente desde 2008.

Ese año hubo un repunte en el número de alumbramientos respecto a 2007, pasando de 1.700 bebés a 1.824 y una media que alcanzó casi los 5 niños diarios (4,98). No obstante, a partir de 2009 la cifra ha caído progresivamente y sin piedad para una provincia cada vez más vacía y envejecida. Las cifras con las que el CHUO acompañará la ficha del último bebé de 2017 y el primero de 2018 son el fiel reflejo de la crisis demográfica que padece Ourense. Desde los 1.824 niños de 2008, el balance ha sido negativo: 1.752, 1.733, 1.667, 1.629, 1.552... y así hasta llegar a los 1.488 de 2016. Este año nacieron 294 niños menos que hace una década.

En cuanto al sexo, durante la última década han nacido siempre más niños que niñas. El año pasado fue el que registró la diferencia más marcada, con un 58,8% de varones frente a un 41,2% de mujeres.