La ONG también coordina en la provincia, desde 1996 y en colaboración con la consellería de Política Social, el programa de familias acogedoras, con las que en la actualidad viven un total de 32 menores.

Se trata de un programa en el que se necesita tener siempre hogares disponibles en la recámara, pues en ocasiones la situación de desprotección de los menores se da de un día para otro, y por lo tanto su necesidad de captar familias nunca cesa. Lejos de lo que pueda parecer, no existen un perfil, ni unos requisitos perfectamente definidos para convertirse en una de ellas. El más importante es no tener finalidad adoptiva y querer ayudar y dar cariño a los niños. Una vez cumplido esto, el resto depende de la situación de cada pequeño y de cada familia.

Hay acogedores casados, solteros, con y sin hijos, mayores y jóvenes. El equipo de Cruz Roja se encarga de determinar la idoneidad en cada caso. Eso sí, todos comparten la generosidad de querer abrir su casa a un menor, o varios, para darles estabilidad y protección durante un tiempo limitado.