Crecer con el amor de una familia, con todas las oportunidades posibles para que les vaya bien en el colegio, y que por supuesto, tengan cubiertas todas sus necesidades básicas. Estos son los principales objetivos de los programas de apoyo a la infancia que Cruz Roja desarrolla en la provincia de Ourense, en los que se atendieron hasta octubre de este año, a un total de 384 niños y niñas. Casi 400 menores a los que hay que sumarle los 44 que han podido disfrutar de un hogar con estabilidad, gracias al Acogimiento Familiar. Una iniciativa que la oenegé gestiona junto a la Xunta de Galicia y que permite garantizar su derecho a "vivir y crecer en familia".

Un total de 120 voluntarios hacen posible, siempre con la guía de los técnicos de Cruz Roja, que proyectos como "Promoción del Éxito Escolar", "Inclusión Social" o "Apoio á infancia na contorna rural" sean una realidad. Precisamente, los usuarios de estos programas trabajan durante esta semana en actividades cuyo contenido se centra en el Día Universal del Niño y la Niña, que se conmemoraba ayer.

Una jornada en la que más de un centenar de voluntarios se echaron a la calle en distintas localidades de la provincia. "Este año aprovechamos que esta efeméride coincide con la celebración del 'Día de la Banderita' de Cruz Roja para dedicar todo lo que se recaude en la cuestación de hoy a los programas que atienden a los niños y niñas que están en situación de necesidad", explicaba ayer Felipe Ferreiro, presidente de la oenegé en Ourense. "Una necesidad que puede referirse a su inclusión social, al apoyo escolar o incluso a la atención de necesidades básicas como la alimentación o la higiene", detalló.

Cruz Roja quiso tomar la calle no solo para recolectar fondos sino también para concienciar. "Todavía hay muchos niños que viven situaciones delicadas y difíciles, por lo que todos tenemos que estar ahí, para que tengan una vida lo más sana y feliz posible, lo que redundará en su propio futuro y en el de la sociedad", expuso Ferreiro.