Un velo de misterio y tragedia envuelve a la aparición de este pequeño ourensano, que fue abandonado a su suerte dentro de una bolsa de plástico arrojada en un contenedor de la basura, con placenta incluida y al poco tiempo de haber llegado al mundo. Sin embargo, la esperanza se abrió para él en el momento en el que José Manuel Camiña, "Pirolas", abrió a su vez la tapa del contenedor en busca de chatarra y se lo encontró, un domingo de hace casi un mes, a las 16.00 horas.

Un milagro o una casualidad que le salvó la vida. Minutos después del hallazgo de este vecino de Covadonga, y después de que él diese el aviso a Saray Iglesias y su marido que en aquel momento pasaban por allí, la joven lo rescataba finalmente de contenedor con la ayuda de Justa Rodríguez, una hostelera de la zona.