El Concello de Allariz se ha sumado ayer al goteo de quejas contra el Plan de Transporte de la Xunta afirma que "causa la desaparición de las líneas del transporte público que unían las parroquias con Allariz así como la reducción de los servicios de la línea Allariz-Ourense y Ourense-Allariz.
El Concello de Allariz insiste "en la necesidad de mantener los servicios existentes que permitían que los vecinos de las parroquias pudieran disfrutar de un servicio público de transporte pionero en Galicia desde 1993, y que garantizaba la posibilidad de acceder a la capitalidad del ayuntamiento para realizar cualquier tipo de gestión administrativa", indican.
Afirman que sus quejas ante la Xunta no son más que el eco "que los vecinos han trasladado al ayuntamiento, quejas por esta situación caótica, en la que los nuevos concesionarios del transporte del concurso efectuado por la Xunta de Galicia dejaron de prestar y que existían con anterioridad".
Consideran que las nuevas líneas "carecen de todo fundamento" y ponen como ejemplo la denominada línea Allariz-Casnaloba, "un supuesto trayecto que no conlleva servicio alguno para los vecinos de las parroquias de Allariz. Estas son líneas de hace más de 50 años que carecen de fundamento y funcionalidad en la actualidad y no dan respuesta a las necesidades actuales", explica el escrito del Concello.
Sin embargo "trabajadores, funcionarios, estudiantes o vecinos que necesitan comunicación de transporte público con Ourense y de Ourense con Allariz, ven reducida la frecuencia e incluso los horarios, pese a que para algunos de estos colectivos el servicio es imprescindible para llegar a sus trabajos, así como el mantenimiento de la relación de paradas habituales en la ciudad", denuncia el Concello de Allariz .
"El PP impone silencio"
Según Tito Pumar, responsable de Transporte de Comisiones Obreras, "los problemas no son aislados sino que afectan a muchos concellos; el plan fue diseñado por gente sin idea que ni pisó los territorios".
Por eso cree que "si no hay más denuncias es porque el PP impone silencio y sus alcaldes callan o protestan con la boca pequeña y solo hablan abiertamente los de otros grupos políticos".
Por otro lado recuerda que sigue la incertidumbre de los trabajadores, en su mayoría chóferes, de empresas que renunciaron a a llevar las concesiones, pero que no han sido contratados por las nuevas concesionarias, que se habían comprometido ante la Xunta, a subrogar esos puestos de trabajo.
Ayer, día 17 de agosto vencía el plazo acordado en comisión de seguimiento del Plan de Transporte a la que pertenece la Xunta, para ver para ver el grado de cumplimiento alcanzad.
Son unos veinte trabajadores afectados en Ourense "y el temor es que las empresas que renunciaron aprovecharan para "limpiar" su plantillas y las nuevas se nieguen a coger más personal. El tema se abordará en la comisión de seguimiento que se celebrará la próxima semana", indica Tito Pumar.
