La Unidad de Trastornos del Sueño, del Servicio de Neumología del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, realizó 698 estudios del sueño en 2016 (polisomnografías y poligrafías respiratorias) para diagnosticar uno de los trastornos respiratorios más frecuentes durante el sueño, como el síndrome de apnea-hipoapnea del sueño.

La apnea consiste en la interrupción de la respiración durante un mínimo de diez segundos, pero puede llegar a un minuto o más en los casos más graves. Como consecuencia, algunos pacientes pueden acumular entre 2 y 3 horas de mala oxigenación del cerebro, que se traduce en una mala calidad del descanso, con problemas de cansancio y somnolencia durante el día, mayor riesgo de accidentes, tanto laborales como de tráfico, y una peor calidad de vida.

Coincidiendo con el Día Mundial del Sueño, distintas instituciones y sociedades médicas alertan de que sus efectos se relacionan con una mayor propensión al padecimiento de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, infarto de miocardio, ictus cerebral o insuficiencia cardíaca congestiva, por lo que es importante consultar estos problemas para proceder a su estudio.

El Complexo Hospitalario Universitario de Ourense acumula una experiencia de dos décadas, en el control de los trastornos respiratorios del sueño, para lo que cuenta con una unidad específica, dependiendo del Servicio de Neumología, que empezó a funcionar en el mes de febrero de 1997.

La unidad del sueño de Ourense dispone de dos camas para la realización de los estudios del sueño, que consisten en el registro de unas variables electroencefalográficas, que recogen la actividad cerebral durante el sueño, en sus distintas fases, reflejando la calidad y cantidad del sueño del paciente. También controla variables cardiorrespiratorias que registran el flujo de aire, el esfuerzo respiratorio, el ritmo cardíaco y los niveles de oxígeno del paciente mientras duerme. Con ellas, el especialista detecta si el paciente tiene apneas y si estas provocan una caída de oxígeno en la sangre.

En el CHUO se han realizado 231 polisomnografías convencionales en el año 2016. Otra opción es registrar las variables cardiorrespiratorias mediante una poligrafía, que puede hacer el paciente en su propia casa. Esta es la modalidad más extendida. El paciente puede realizar el estudio durmiendo en su cama, después de que le coloquen el aparato con los sensores de registro en el hospital. De este tipo, se realizaron el año pasado 467 pruebas.

La valoración de estos registros, por parte del especialista, permite conformar o descartar la existencia de apneas para tratarlas. El CHUO cuenta con una consulta específica, en la que se examina a los pacientes y selecciona el estudio más adecuado para hacer su seguimiento. Los pacientes derivados a la unidad proceden, mayoritariamente, de Atención Primaria y de departamentos del hospital, como cardiología, otorrinolaringología y neumología.

Los factores de riesgo de la apnea son el sobrepeso, la edad avanzada, el tabaco, el consumo de alcohol y sedantes o tranquilizantes. La principal medida de prevención es adoptar hábitos saludables, como una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, hacer ejercicio regularmente, abandonar el tabaco y el alcohol. El paciente tipo acostumbra a ser un hombre con sobrepeso, roncador y mayor de 65 años. La apnea también afecta a la mujer, especialmente a partir de la menopausia y cuando tiene sobrepeso.

Cuando hay un importante número de interrupciones respiratorias durante el sueño -más de 20 o 30 por hora o síntomas claros de apnea-, o cuando coincidan otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, el tratamiento indicado suele ser el uso en la casa de una CPAP, siglas en inglés de un aparato de presión positiva continua de las vías aéreas, que insufla una presión de aire en la vía aérea superior, impidiendo que se cierre al dormir, lo que ayuda a la respiración y a mantener unos niveles de oxigenación correctos.

En Ourense, el personal médico ha indicado el año pasado la utilización de 313 CPAP, y en la actualidad 2.732 ourensanos utilizan este pequeño aparato, para mejorar la calidad de su sueño. Su principal ventaja es que la emisión de presión positiva impide, tanto el ronquido, como que la vía aérea se cierre durante el sueño. El aparato es de pequeño tamaño y muy silencioso, por lo que no molesta al paciente durante el sueño ni a sus acompañantes.