Un incendio declarado ayer de madrugada arrasó por completo una vivienda unifamiliar en la aldea de Mato, Xunqueira de Espadanedo, en la que solo viven cinco vecinos. La casa estaba habitada por Adelino López, de 68 años, y Carmen Iguren, de 56, que esa noche se levantaron muy temprano para viajar a Lugo, donde reside la hija de Adelino a la que iban a ayudar en una mudanza.

El incendio comenzó después de las 4 de la madrugada, hora a la que se ausentaron los residentes, pero se desconoce el momento exacto ya que la primera constancia que se tuvo del siniestro fue a las 6.45 horas, cuando el fuego ya había destruido gran parte del inmueble y la mitad del tejado estaba derruido.

Las causas están siendo investigadas pero se baraja la posibilidad de que un radiador de aceite que pudo quedar encendido provocó el fallo eléctrico.

Fueron los vecinos de la casa de al lado los que se percataron de lo que estaba sucediendo cuando la mujer se levantó para ir a trabajar. Previamente habían escuchado estallidos similares al ruido de petardos pero no los relacionaron con un incendio. Ya en pie, la mujer fue consciente de lo que estaba sucediendo y llamó al 112. En un primer momento pensaron que la pareja se encontraba en la casa pero el vecino comprobó que no estaba el coche en el garaje, lo que les tranquilizó ya que el inmueble estaba completamente en llamas.

Los propietarios recibieron la mala noticia por teléfono y regresaron de inmediato. Según fuentes del operativo, ambos estaban "conmocionados" y desolados al ver su casa hecha cenizas. "Todo lo que tenemos estaba ahí, nos quedamos con lo puesto", dijeron al ver el inmueble. El concello de Xunqueira de Espadanedo les ha facilitado la estancia en un hotel y se ha comprometido a habilitar una vivienda para que puedan instalarse de forma temporal.

En el dispositivo de extinción trabajaron voluntarios de Parada de Sil y Maceda, que nada pudieron hacer por salvar la vivienda pero sí evitaron que las llamas se propagasen a las estructuras colindantes. El 112 también dio aviso al GES de Castro Caldelas, que finalmente no acudió. Igualmente, y ante la posibilidad de que hubiese heridos en el interior, se movilizó una ambulancia.

El fuego quedó extinguido a las 11.30 horas y se reactivó por la tarde, debido a los rescoldos que quedaron humeando todo el día, lo que obligó una nueva intervención de los efectivos.