Las patrullas en la calle de la Policía Nacional en Ourense están desatendidas por falta de personal o porque el que está disponible tiene que atender custodias de presos en el hospital o traslados y vigilancias de detenidos en el juzgado. En ocasiones varios cuerpos policiales participan en esta última tarea, lo que detrae efectivos para la prevención y labores de seguridad ciudadana.

La escasez de policías nacionales en la calle, de uniforme y en vehículos oficiales, lo que también produce un efecto disuasorio, es una constante, sobre todo en fines de semana, en agosto y en días festivos. La comisaría tiene unos 200 efectivos, por debajo del catálogo previsto. El refuerzo con una nueva unidad en materia de seguridad ciudadana para prevención y reacción, la UPR, no ha compensado la estrechez de la plantilla. Las jubilaciones o las suspensiones forzosas por la operación Zamburiña de la Unidad de Asuntos Internos tampoco ayudan.

El último ejemplo ocurrió ayer. Fuentes policiales subrayan que desde media mañana hasta la tarde no hubo patrullas en la calle. Por la mañana trabajaron dos vehículos de patrulla, los llamados "zeta". Uno tuvo que acudir al módulo para presos del CHUO, donde había un recluso. A media mañana, el otro fue requerido en el juzgado para trasladar y custodiar a varios detenidos, con la colaboración de la Policía Autonómica. En el servicio de tarde solo trabajó un "zeta". A primera hora, regresaron al juzgado con otro detenido y para colaborar con la Autonómica, ya que aún quedaban 2 pendientes de pasar a disposición del juez de guardia.