Estados Unidos reparó en la remota aldea de Santoalla por una casualidad. El 19 de enero de 2010, el día en que Martin Verfondern fue visto por última vez, un neoyorquino llegó para colaborar en la granja ecologista de la pareja holandesa. La misteriosa desaparición de Martin marcó a aquel viajero. Su hermano, Daniel Mehrer, y Andrew Becker, el otro codirector de "Santoalla", viajaron a Petín para contar qué había sucedido. Su narración se nutre de los hechos, que van transcurriendo en paralelo. La película, resultado de 100 horas de grabación, finaliza con la detención de los dos sospechosos y un momento tan íntimo como emocionante: Margo Pool recibiendo los restos de su marido, en una caja, tras el protocolario acto de entrega del forense, y los preparativos posteriores para enterrarlo en el cementerio.

A la aldea, ya retratada por Chano Piñeiro en "Sempre Xonxa", solo se puede llegar por una vía inaccesible. "Sentimos lo que dice Margo en la película, como si estuviéramos entrando en un mundo diferente; en Estados Unidos no tenemos lugares así. Es un lugar particularmente extraño, bonito y perturbador" , según reconocieron ayer los directores en un encuentro con la prensa.

El documental avanzó casi a la par que las pesquisas. La película experimentó un cambio desde la concepción inicial: de corto a largometraje. Los realizadores, como la viuda, tenían la sospecha de que los vecinos, retratados varias veces en las grabaciones, pudieran estar implicados. "La evolución de los hechos hizo que la película fuera diferente". El final, con las detenciones, no era algo esperado, por lo que les resultó "impactante". Tras 100 horas de grabación, el montaje y edición ocupó 1 año.

"Santoalla es una historia universal, que trasciende el lugar donde sucede; es una historia sobre las personas que podría haber ocurrido en cualquier otro lugar del mundo", interpretan los autores. Ambos coinciden en la "fortaleza" que aporta Margo Pool, la viuda. "Lo que se pretende mostrar es una historia humana. Ella es todo en esta película, tiene mucha importancia". No hubo guión. Ella hablaba y ese era el hilo.

Tras ser estrenado en Edimburgo y después de su exhibición en el OUFF y en tres festivales americanos, el film se proyectará en Amsterdam y volverá a Nueva York.