El gobierno municipal trabaja para volver a pagar las facturas a los proveedores antes de los 30 días que establece la ley, después de que en el mes de julio se fuese a los 42 días, como así lo refleja el informe de Tesorería sobre el periodo medio de pago. Una situación que para la concejal de Hacienda, Ana Fernández Morenza, es "puntual" y que está directamente relacionada con la modificación de crédito que se llevó a aprobación en el pasado pleno de agosto, así como al propio periodo vacacional, con menos personal en diferentes departamentos municipales.
En este sentido, Fernández Morenza advierte de que a la mencionada modificación presupuestaria se llevó el reconocimiento del pago de facturas de años anteriores por un importe económico de algo más de un millón de euros. Y se debe cumplimentar el procedimiento establecido desde el momento de su aprobación por el pleno, que pasa por la exposición al público durante un mes y, de no haber alegaciones, se procederá al pago de las mismas.
Cumplir y rebajar
Sostiene Morenza que "no es un dato real", en alusión al pasado mes de julio, para defender la gestión que en materia económica viene realizando el gobierno municipal, ya que, como señala, se "trabajó de forma intensa para rebajar el tiempo de pago", y destaca que "se llegó a bajar a los 18 días", de ahí que espera que se pueda seguir en esa misma dinámica.
Para conseguirlo, explica que se mantuvieron reuniones con los jefes de servicio de las diferentes concejalías para "agilizar" todo el proceso, y de esa forma evitar que se puedan acumular facturas, aunque reconoce que en algunas ocasiones la responsabilidad no la tiene el Concello.
Una alusión directa a la presentación de las facturas, más allá del tiempo, sino sobre todo en lo que se refiere a las "deficiencias" que detectan los técnicos y que a posteriori provocan un retraso en el pago final.
Lo que tiene claro la responsable del área de Hacienda es que "debemos cumplir lo que marca la ley, aunque parezca una obviedad", salvo que surjan imponderables como los que acontecieron con el último reconocimiento de deuda que llevó a una modificación de crédito, utilizando para su pago el remanente de Tesorería -ahorro con que cuenta el Concello--, que también se destinó para otras cuestiones.
Las previsiones que maneja Fernández Morenza es que los datos de septiembre reflejen una bajada importante en los días de pago de facturas a los diferentes proveedores a las que el Concello debe hacer frente.
Es una de la prioridades que forman parte de la hoja de ruta en la gestión del gobierno, como así lo proclamó en su momento el alcalde Jesús Vázquez, ya que, además de cumplir con lo que establece la ley, también considera muy importante "hacerlo con las empresas" que tienen una relación directa con el Concello. De ahí que la consigna es clara en este sentido: "pagar en tiempo y forma, y si se puede antes".
