La Mostra de Viño da Ribeira Sacra Ourensá celebrará finalmente los próximos 27 y 28 de agosto en Castro Caldelas la que será su quinta edición, después de cuatro años de parón. Un total de 11 bodegueros de la subzona ourensana, presentarán al público sus caldos para lo que ya hay preparadas cerca de 1.000 copas.

"Volvemos con mucha ilusión después de que motivos económicos nos obligasen a hacer un parón en la celebración de este evento", explicaba la alcaldes a de Castro Caldelas, sede de la muestra, Sara Inés Vega, ayer durante su presentación. "Será una edición un poco más humilde porque los tiempos más difíciles pero con muchas fuerza y ganas", proseguía la regidora, que también explicó que el castillo de la localidad será el escenario escogido como escaparate. "El viernes 27 tendremos la inauguración a las 12.30 horas con Xosé Manuel Piñeiro como presentador y pregonero"; indicaba Vega. De la clausura se encargará José Mouriño, "él fue la persona que se encargó de hilvanar las relaciones entre la administración y los bodegueros para que la Denominación de Origen estuviese en poco tiempo al público y funcionando", reconocía la alcaldesa socialista.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Adegueiros e Viticultores da Ribeira Sacra Ourensá, Jorge Feijóo, aseguró que la idea es "intentar dar continuidad al evento, que gane poco a poco repercusión, y en definitiva seguir celebrándola para estar todos juntos y así enseñar al mundo estos vinos de tantísima calidad".

Sin embargo, tal y como explicaba el autor del cartel y también bodeguero Carlos Costoya, y corroboraba después el presidente de la asociación y su compañero César Enríquez Diéguez, el concepto de esta muestra no es el de una feria al uso: "En el cuerpo inferior del cartel puede verse una pareja porque nosotros queremos escapar de ese concepto de bacanal, de fiesta de ruido", explicaba. Para este colectivo de profesionales el vino es una bebida "noble" por lo que quieren presentar el evento como "un lugar de cata, de tranquilidad para promocionar el sentido de los vinos como engrasadores de tertulia", indicaba Costoya. "No queremos ser camareros en un ambiente de botellón", así lo resumía Jorge Feijóo, afirmando que el trato que darán a los visitantes será personal: "Nosotros mismos estaremos allí para explicarles todo lo que quieran saber sobre el vino".

Un concepto que hace esta celebración apta para el público familiar. "Contaremos con servicio de guardería para que todo el mundo que quiera venir con sus pequeños tenga donde dejarlos para disfrutar de la feria", explicó la alcaldesa. Los puestos de las bodegas se situarán en el patio del Castillo y estarán acompañados también por algunos del comidas, en cuanto a las actividades infantiles, estarán instaladas en la Praza do Prado.