Las fiestas de Ourense se quedan sin barracas. Las atracciones de feria, uno de los símbolos festivos y también fuente de financiación al costear con sus aportaciones una buena parte del programa, nos cambian por Nigrán, donde a partir del día 23 de junio se celebra San Juan, una festividad "muy consolidada" en la localidad pontevedresa que resulta más rentable a los feriantes.
Este año se había decidido retrasar las fiestas de Ourense y celebrarlas del 25 de junio al 3 de julio, inclusives, para que quedara fuera del calendario de exámenes de los estudiantes. Pero es el fin de semana de San Xoán y las costas gallegas arden en fiestas populares.
Esa es la excusa que, según la concejala de Cultura del Concello de Ourense, Belén Iglesias, han dado los empresarios de atracciones de feria con los que se ha estado negociando sin éxito durante semanas, para aclarar por qué motivo las primeras fiestas mayores de Ourense organizadas con mimo y desde hace meses por el actual equipo de gobierno municipal no han conseguido conquistar a los feriantes.
Según la edil, los empresarios hicieron este cambio de cromos "al no considerar adecuadas las fechas de las fiestas, ya que, entre otras cosas, coinciden con los festejos de San Xoán en la zona de Vigo, celebración ya consolidada y que está en el calendario de asistencia del sector de las atracciones", explicó Belén Iglesias.
La concejala explicó ayer que "respetamos esta decisión" y mostró la voluntad de que estas atracciones puedan volver a estar en Ourense el próximo año 2017 .
El temor a los vecinos
En este sentido, desde el departamento de Cultura se han mantenido diversas reuniones desde hace semanas con los afectados, entendiendo finalmente la decisión tomada, afirman.
Desde la oposición, sin embargo, se ha visto este definitivo cambio de rumbo en la programación, como una cuestión de "miedo escénico", pues las ubicaciones elegidas inicialmente no eran del gusto de las partes implicadas , y sobre todo de los vecinos "y todo esto en vísperas de unas elecciones generales", apunta Miguel Doval, concejal de Ourense en Común.
La primera ubicación que había barajado el actual gobierno local era el entorno de As Lagoas, concretamente las calles próximas al campus de Ourense y a la Comisaría de Policía Nacional. Pero un informe negativo de la Policía Local, primero alertando de los problemas de accesibilidad a la ciudad si se cortaban estas calles a las reticencias de la propia Comisaría por la proximidad de las barracas a esta edificio policial hicieron que se descartara la idea, que había creado ya cierto rechazo desde algunos colectivos vecinales.
Propuestas fallidas
El Parque Barbaña, la ubicación habitual para las atracciones de las fiestas mayores de la ciudad desde hace varios años, iba a ser otro motivo de conflicto con los vecinos que, que a través de su asociación, se habían mostrado siempre contrarios a "cargar" de forma ya oficial con la ubicación de las barracas, que con carácter anual le impiden su derecho al descanso, afirman durante nueve días.
Finalmente la ubicación propuesta por el Concello a los representantes de las atracciones de feria, de llevar sus negocios hasta el entorno de Expourense, en Finca Sevilla, fue la que menos gustó a los empresarios del sector, que vieron esa ubicación demasiado alejada par los vecinos y por tanto contraria a sus intereses. Ni la propuesta de facilitar un transporte urbano más fluido a la zona, les pareció contundente. Y ahí se rompió la baraja.
Para Miguel Doval "se están pidiendo informes de una forma exagerada, con miedo; y en este caso habría que haber sabido negociar y buscar salidas para que las barracas estuvieran en la ciudad, como pasa en Vigo, Lugo Coruña y no ocurre nada"·.
