Arduo defensor del casco histórico como ese lugar especial para vivir, al que él también ha contribuido con su tienda, un lugar de encuentro para lo lúdico y la nueva pedagogía, Carlos detesta que se hable de un casco viejo decadente. "Ya no es un lugar problemático, está tranquilo y saneado; lo que pedimos son programas de dinamización de la zona al margen de los que ya realizamos".