Francisco Rodríguez Porto, el que fuera durante casi medio siglo autor de la mayoría de las carrozas que desfilaron por la Batalla de Flores de Ourense, se congratulaba ayer de la recuperación de una tradición, que una vez retirado, realiza ahora otra generación de la familia Porto.

"Hice las últimas carrozas el año pasado, antes de jubilarme para otros municipios de Galicia, porque en Ourense se habían suspendido; pero me emociona saber que se recupera una batalla que, según las hemerotecas empezó como una tradición entre asociaciones de jóvenes allá en épocas de la República" indica "e incluso con cierto carácter reivindicativo".

Estas carrozas comenzaron a confeccionarse coincidiendo con el Corpus "y las flores primera eran de papel " explica Porto. Solo se suspendió durante la Guerra Civil y a partir de 1939, rematada la contienda regresó a la calles de Ourense con fuerza.

"Era tal la popularidad y el prestigio, que incluso el empresario Eduardo Barreiros llegó a donar un premio al mejor traje del desfile, que era entonces de 25.000 pesetas, una pequeña fortuna en los 60" explica Porto. Espera que la fiesta regrese para quedarse "porque pese al paso de los años "es muy querida en la ciudad".