El alcalde de Ribadavia, Ignacio Gómez, se reunió ayer con el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para intentar buscar una solución al problema del campo de fútbol de hierba artificial O Xestal, con una superficie de 25 metros de uso restringido desde el viaducto de la auto vía. Una reunión que dice "fue bastante productiva", a pesar de que desde este organismo "no se comprometieron" a nada.

Gómez acudió acompañado con un técnico municipal y fue recibido por Francisco Marín, y un técnico, y señala que "ésto es complejo y todas las administraciones van a defender lo suyo", sobre todo si se trata de un Ministerio y habiendo una reclamación patrimonial por parte del Concello de Ribadavia de unos 700.000 euros aproximadamente.

Señala que fue una reunión "cordial" en la que él les explicó el por qué se interpuso dicha reclamación patrimonial, aclarando que no fue por un ánimo de lucro sino para resolver un problema complejo con el fin de dar cuanto antes este servicio a los vecinos.

Sobre la respuesta dada por el presidente del organismo de cuenca, el regidor señala que "ellos primero van a ver fórmulas para intentar si es posible llegar a un acuerdo sin ir a un contencioso ya que no sería beneficioso para nadie", y es que dice el caso llegaría de hecho a la Audiencia Provincial.

Así, señala que "van a estudiar cosas jurídicamente" para después en una reunión en la que también se invitaría a la Diputación como parte implicada, para intentar buscar y llegar a un acuerdo "dentro de la legalidad".

Gómez señala que "yo entiende que cada parte defienda lo suyo" y recuerda que en el Concello "no tenemos la culpa".