Gonzalo Iglesias Sueiro (Ourense, 1948) asegura que cada alumno es "un diamante en bruto que un maestro debe aprender a pulir sin dañarlo". También defiende que el papel de un maestro en el amplio sentido de la palabra "es el de enseñar a pensar a sus alumnos para que sean capaces de ser libres, no una máquina o una simple imitación del que les enseña".
Este profesor y tercera generación de una casta de docentes que inauguró su abuelo Manuel Sueiro, ha sido elegido además por los suyos, los maestros, Docente Ejemplar 2016, un galardón que otorga el sindicato independiente de profesores ANPE y que le fue concedido por unanimidad de los veintidós miembros que componían el jurado.
Que hayan sido profesores y además un sindicato, ANPE, "en el que ni siquiera milito, es un doble honor para mí", consideró Sueiro, aunque "es un honor exagerado, pues la mayoría de los docentes hacemos lo mismo: sembrar para que se produzca un cambio de actitud en el ser humano".
El acto oficial de homenaje no tiene fecha fija todavía, pero ayer Iglesias Sueiro compareció en la sede de ANPE arropado entre otros por el presidente de este sindicato en Ourense, José Manuel Fernández, y por el alcalde Jesús Vázquez.
José Manuel Fernández recalcó el "especial orgullo de tenerlo de compañero", a quien calificó de "altruista y honesto" ,pues a lo largo de su carrera Sueiro alternó por etapas su labor docente como profesor de Matemáticas en el IES Lagoa de Antela, de Xinzo de Limia, y su militancia en el PCG, y años después en el PSOE con cargos como diputado provincial o delegado de la Consellería de Educación en la provincia, sin llegar "a hacer uso de las puertas giratorias", indicó Fernández, "predicó con el ejemplo y regresó al final a su puesto de profesor en el Lagoa de Antela".
Iglesias Sueiro, a quien los presentes elogiaron su capacidad de tolerancia por encima de las ideologías, reconoció que "las verdades absolutas no existen y hay que respetar la visión del otro".
También puso sobre la mesa la "memoria de mis antepasados" y en especial de su abuelo, Manuel Sueiro, impulsor de la Academia de Libre Enseñanza en Ourense, con aulas mixtas, mujeres formadas con igualdad de derechos y tantos alumnos de pago como becados.
