El caso de este perro desató ayer la indignación ciudadana que reprobó con sus comentarios las condiciones lamentables en las que se encontraba el animal. La alcaldesa de A Rúa, María Albert, tuvo constancia de que una vecina acudió a la perrera en cuanto supo de lo ocurrido para solicitar la adopción. El responsable de este servicio provincial, Sindo González, también avanzó que son varias las personas que se han interesado y que, ante casos como este, lo que sobran son adoptantes. El perro que llegó ayer sin nombre tiene ahora asignado un número de registro, a la espera de que su futuro dueño le dé un nuevo hogar. "Por desgracia, hay muchos casos de abandono de animales en Ourense, pero no tan espeluznantes como este", asegura Sindo González.