Multa de 300 euros, la retirada de 2 puntos y, este próximo jueves, juicio en el juzgado de Verín por un delito contra la seguridad vial. El infractor es un pontevedrés que fue detectado, el pasado viernes por la tarde, circulando a 157 kilómetros por hora por la autovía de As Rías Baixas, A-52, cerca del túnel de A Canda, en el ayuntamiento ourensano de A Mezquita.

El conductor pasará por el juzgado porque iba al volante a pesar de no tener el permiso en vigor por haber agotado el saldo de puntos. El infractor viajaba con una mujer y un niño pequeño, el cual iba correctamente protegido en una silla de retención infantil, según informaron fuentes de Tráfico. Una vez que la patrulla detectó la ilegalidad, la señora tuvo que ponerse al volante para que la familia pudiera continuar la marcha. El conductor está citado a juicio rápido el jueves. Además, se rascará el bolsillo.

Fue el caso más flagrante de una semana de controles intensivos por parte de la Guardia Civil de Tráfico. Según los datos facilitados ayer, los agentes del Subsector detectaron a un total de 394 conductores que circulaban a una velocidad mayor de la permitida.

En toda la campaña, Tráfico realizó 22 controles por toda la red provincial, verificando la velocidad de un total de 8.424 automóviles. La sanción impuesta a los 394 conductores "cazados" por los radares móviles varía entre los 100 euros -la sanción mínima, que no acarrea la retirada de puntos- y los 600 euros y 6 puntos menos, el castigo más elevado por la vía administrativa.

Según el instituto armado, el objetivo de la campaña fue "conocer el grado de cumplimiento de los límites de velocidad por parte de los conductores, divulgar la importancia que tiene el respeto de los mismos y reducir, en caso de accidente, las consecuencias que tienen los excesos de velocidad". Tal y como recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT), la velocidad es directamente proporcional a la gravedad de los daños personales.

Los controles de la campaña intensiva se llevaron a cabo, las "24 horas", principalmente en los tramos con riesgo de accidentalidad. El año pasado, la Jefatura Provincial de Tráfico tramitó unas 15.000 denuncias administrativas por excesos de velocidad. Aproximadamente la mitad, las más leves, se saldaron con el pago de 100 euros y no conllevaron la retirada de puntos. Hubo detracción del saldo en unos 7.500 casos. Además, tres conductores acabaron ante un juez por delitos viales, tras excesos flagrantes.

En febrero, dos jóvenes aceptaron 8 y 20 meses sin carné tras ser detectados a 172 km/h en un tramo de 60, en A Peroxa; y a 235 en la A-52, en Allariz. Ambos dieron positivo en drogas.