Fernando Santos Ferrer, de 44 años de edad, un agente de la Guardia Civil destinado en O Barco de Valdeorras, encarna esa máxima del servicio 24 horas, 365 días al año del que hacen gala las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Es la tercera vez que este guardia ourensano frustra una tragedia personal gracias a una acción rápida y decidida, con independencia del horario. Siempre se ha encontrado con estos retos fuera de servicio. Esta vez, Santos impidió, justo a tiempo, que una mujer de la localidad valdeorresa se arrojara desde un viaducto. "Ayudar a un ser humano y, en cierta manera, reconfortar en su dolor interno es lo más gratificante que hay. La satisfacción personal es enorme", según manifestaba el guardia civil, ayer, a FARO.

El pasado jueves 21 de abril, a las 17,45 horas de la tarde, Fernando Santos circulaba en su vehículo particular por la nacional N-120. En el entorno del viaducto del embalse de San Martiño, vio un automóvil estacionado en la carretera y, poco después, a una mujer que avanzaba, con aspecto desorientado, para subirse a la barandilla del puente, con la intención de arrojarse al vacío. Fernando, natural de O Barco, la reconoció y, el hecho de gritar su nombre, sirvió en un primer momento de efecto disuasorio. Después, su actuación resuelta impidió una desgracia.

"Era el kilómetro 471. Al ver que había un vehículo ocupando la calzada, al principio pensé que podía tratarse de un accidente de tráfico. Pero al estacionar mi coche, ya vi a una mujer muy cerca de la barandilla. La reconocí, la llamé por su nombre y ella se dio la vuelta y se paralizó", tal y como recordaba ayer.

El guardia civil se apeó de su automóvil y se dirigió rápidamente hacia la mujer. Tenía una actitud errática y desorientada, recuerda. "Corrí hacia ella, la abracé fuertemente y la llevé hacia la cuneta". Tras inmovilizar y sujetar a la víctima, Fernando Santos, sin necesidad de uniforme para seguir el protocolo en este tipo de actuación, se puso en contacto con la central operativa de la Guardia Civil. Fueron movilizadas patrullas de A Rúa y O Barco de Valdeorras, así como profesionales sanitarios. La mujer, de 43 años de edad y vecina de O Barco, fue trasladada en una ambulancia al hospital comarcal. "Por fortuna pasé por allí en el debido momento", coincidía el agente del instituto armado.