Esta semana se cumplieron cinco años de la anulación por sentencia judicial firme del Plan Xeneral de Ordenación Municipal de Ourense, PXOM. Cinco años en los que el urbanismo local se ha paralizado, debido a la completa inseguridad jurídica de la falta de un planeamiento aprobado, y que está sostenido solo por unas normas urbanística provisionales que están amenazadas por nueve recursos que piden su anulación y podrían caer en cualquier momento.
El nuevo PXOM, es la única esperanza para que la construcción devuelva las grúas al "skyline" ourensano y, según el concejal de Urbanismo de Ourense, José Cudeiro poco a poco se empiezan a culminar plazos importantes para que, a pesar de la situación de minoría del Gobierno local, trata de sacar adelante ese nuevo planeamiento heredado del anterior gobierno socialista, y pendiente de aprobación definitiva.
Según el calendario que baraja José Cudeiro, "el próximo paso será la presentación en mayo a la Xunta del documento, ya refundido tras introducir todas las propuestas que nos hicieron los ciudadanos durante estos meses que hemos estado recibiéndolos, y a partir de ahí, para someterlo al informe de impacto medioambiental" del gobierno gallego, según explica el concejal.
Espera que "si la Xunta le da el visto bueno, que creemos que lo aprobará, tardará en ello tres o cuatro meses más, de modo que si se cumplen los plazos, esperamos poder llevar el PXOM a pleno municipal en el mes de octubre, o como mucho en noviembre".
La situación según reconoce es límite, pues en estos momentos no se mueve apenas el urbanismo de Ourense a la espera de un plan de urbanismo que reúna todos los criterios y garantías de legalidad y seguridad para los particulares o empresas que solicitan licencia.
"No creo que tengamos problema alguno con el informe de impacto ambiental de la Xunta, pues, están muy delimitadas las zonas de bosque, las zonas colindantes a los ríos y hay mucho suelo protegido en el plan con lo cual creemos que el tema ambiental no debería ser un problema", espera Cudeiro.
