Las brigadas de obras han tomado los 14 kilómetros de sendas peatonales y ribera termal entre Oira y Outariz para reparar y limpiar los destrozos provocados por las crecidas del Miño durante los temporales de enero y febrero. Esta primera fase de intervención busca adecentar la zona termal para que vecinos y visitantes puedan disfrutar de este atractivo durante la Semana Santa, y continuará a lo largo del mes de abril cuando el nivel de las aguas permita trabajar con seguridad ya que, aunque han cesado las lluvias, el río todavía baja muy alto.
Las obras abarcan la mejora de los accesos y viales, la retirada de árboles caídos y aquellos que presenten riesgo de acabar cayendo sobre el cauce, y limpiezas selectivas de vegetación. El coste supera los 42.000 euros que serán cofinanciados por el Concello, la Diputación y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Las tres instituciones trabajan coordinadas para poner a punto este reclamo turístico antes de Semana Santa. El alcalde Jesús Vázquez, el presidente del organismo de cuenca, Francisco Marín, y el diputado provincial, Pablo Pérez, visitaron ayer la zona de intervención para constatar que el entorno esté visitable estas vacaciones. El regidor señaló que los daños en las pozas termales y su entorno son inevitables ante las crecidas al encontrase en zona inundable pero la única solución para evitar este gasto público recurrente sería trasladar las pozas "pero ya no sería lo mismo porque no nos permitiría disfrutar del agua termal tocando el río, algo que hace que este lugar sea único en Europa". Además, Vázquez Abad recordó que "son muchos los negocios y familias que viven de esto los fines de semana", por lo que se mostró partidario de apostar por mantener el espacio tal y como está planteado sin dejar de explorar la posibilidad de obtener fondos europeos para dotarlo de más recursos y ampliar el concepto de turismo lúdico-termal al ámbito del termalismo de salud. "Es verdad que es costoso pero es una fuente de riqueza", afirmó.
En todo caso, avanzó que los trabajos de reparación que se acometen incluyen actuaciones para consolidar el suelo utilizando en determinados puntos de los viales una mezcla de cal con la tierra y arena para endurecer el firme y minimizar los daños ante nuevas crecidas.
El presidente de la CHMS, Francisco Marín, explicó que la actuación de esta semana será un "lavado de cara" ya que no se puede trabajar en las orillas por seguridad, y avanzó que en la segunda actuación se reforzarán los muros que rodean las termas de O Muíño dado que la crecida, el arrastre de vegetación arbórea y la erosión han afectado a su estabilidad.
El diputado provincial, Pablo Pérez, destacó la cooperación de la Diputación con el Concello de Ourense y el apoyo a actuaciones urgentes que resultan prioritarias "teniendo en cuenta que el termalismo es una de las principales potencialidades de la provincia". Explicó que la Diputación aporta algo más de 35.000 euros de la inversión prevista facilitando brigadas y maquinaria del servicio de Vías e Obras y tramitación administrativa. El Concello asume un gasto de más de seis mil euros en material, reposición de elementos y personal técnico, y la CHMS se encarga de los trabajos de acondicionamiento de los senderos peatonales y las márgenes del Miño con labores de poda y limpieza. Las primeras actuaciones se desarrollaron en A Chavasqueira y en la actualidad se interviene en Oira y Outariz.
