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A juicio por contratar a un sicario para asesinar a la supuesta pareja de su ex

El instructor concluye el sumario por proposición de asesinato contra Sonia Coello para que la Audiencia señale el juicio -La Fiscalía concretará ahora su petición de años entre rejas

Sonia Coello, procesada por encargar un asesinato, de camino a prisión tras su arresto en 2014. // J. Regal

Llegó a ingresarle un adelanto y a recomendarle que utilizara una pistola eléctrica, por ser un método que dejaría menos pruebas. Con el arma, una pala y unos guantes acudió a la cita con su contacto. Ocultaba bajo una almohada el teléfono para hablar con el sicario, aunque todo el rastro de sus aviesas intenciones quedó en correos electrónicos. Sonia Coello Pinto será juzgada en los próximos meses en la Audiencia Provincial. La mujer, encarcelada en régimen preventivo, se expone a pasar bastantes años más entre rejas, acusada de contratar a un matón para que acabara con la vida de la mujer con la que, según ella creía, su expareja había rehecho su vida. Trabajaba con él. El sicario, contactado por Internet, terminaría asustándose y desveló todo el plan a la Policía. Los agentes los detuvieron a ambos, aunque él fue puesto en libertad y es el testigo de cargo, cuando se citaron en Ourense en junio de 2014, con el plan de asesinato listo para ser ejecutado.

El juez instructor ha dado por concluido el sumario -el proceso para los casos más graves- tras considerar practicadas todas las diligencias necesarias para esclarecer este presunto delito de proposición de asesinato. La investigación concluyó con una valoración psiquiátrica de la mujer. Su estado mental es un posible recurso de la defensa. Desde la detención, la mujer se ha acogido a su derecho a no declarar, por lo que esta estrategia aún no se ha desvelado. Concluido el sumario, la Audiencia dará traslado a las acusaciones, pública y privada, para que concreten por escrito los hechos que atribuyen a la mujer, así como la petición de años de condena e indemnizaciones económicas.

Coello ha pasado casi año y medio entre rejas por este caso. Hace dos años, fue condenada en firme a 3 años de cárcel por un hecho muy parecido: en julio de 2009 pidió precio por el asesinato de su ex tras haber mantenido una discusión con él por el hecho de que le hubiera cortado el pelo a su hijo. La reincidencia en un delito grave modifica la responsabilidad penal y agravará la petición de condena por parte de la acusaciones.

A la espera de que el fiscal del caso concrete la petición de condena para la ourensana, fuentes consultadas consideran que su nuevo intento por encargar la muerte de una persona podría ser castigado con una condena de entre 11 y 15 años de prisión. En el momento de su procesamientos, el juzgado de Instrucción Número Tres -el que se llevado la investigación previa al juicio- impuso una fianza de más de 90.000 euros como mecanismo legal, con la posibilidad de embargo incluido, para sufragar las indemnizaciones que la presunta inductora tendrá que afrontar en caso de condena.

Según los indicios reflejados por el juzgado en la fase de investigación, Sonia Coello contactó con un hombre que se anunciaba en Internet y empezó encargándole que llevara a cabo un secuestro. En la negociación, la implicada terminó presuntamente por pedirle que acabara con la vida de otras ourensana con la que vinculaba sentimentalmente a su ex.

El plan criminal se frustró porque al presunto sicario le entró el pánico. Ecuatoriano y con domicilio en Palencia, optó por acudir a la Comisaría de esa ciudad para confesar los hechos, con temor de que le pasara algo a él o a su familia.

Pistola y pala en el maletero

El supuesto matón mantuvo la misma actitud, para que la mujer no tuviera ninguna sospecha, y de este modo concertaron una cita, en junio de 2014, para llevar supuestamente a cabo el crimen por celos. Los investigadores analizaron varios correos electrónicos en los que Sonia Coello presuntamente facilitó datos sobre los lugares y horarios de la víctima. Según el auto de procesamiento, la sospechosa llegó a ingresar 150 euros a favor del supuesto matón, en una operación realizada desde una entidad bancaria de Ourense. Las cámaras de seguridad del banco son otra prueba más que complica su futuro.

Con todo el plan diseñado, los agentes establecieron un cerco que terminó con éxito, el 23 de junio de 2014. El ecuatoriano, colaborador de la Policía, se bajó del tren en la Estación Empalme, donde lo esperaba la presunta inductora. Los investigadores los arrestaron cuando se dirigían al vehículo de Coello.

Los agentes descubrieron en el maletero más evidencias de que la ourensana estaba convencida de que se llevara a cabo el crimen. La procesada llevó a la cita con el arrepentido unos guantes, una pistola de descargas eléctricas y un pico y una pala para ocultar presuntamente el cadáver. La Policía encontró en su domicilio reveladoras anotaciones sobre la realización de una zanja y un vehículo que estaría preparado, con las llaves puestas, en la estación de Lisboa.

Sonia Coello Pinto fue detenida por su segundo intento de consumar un asesinato a sueldo mientras esperaba la resolución de una solicitud de indulto por el primero. El Gobierno le denegó la medida de gracia.

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