La sintonía que ambas administraciones, local y provincial quisieron demostrar ayer, para enterrar antiguos clichés de pertenencia de ambos mandatarios, a las dos corrientes enfrentadas dentro del PP gallego, llega incluso a la cesión física, que no administrativa, de trabajadores de la Diputación que pasarán a reforzar la plantilla del Concello en la Oficina Municipal de Turismo.

Ese "traspaso" de funcionarios tratará de paliar la limpieza de personal llevada a cabo en el anterior mandato. Un recorte de personal relacionado entonces con el hecho de que la edil que gestionaba Turismo, estuviese incluida en el grupos de ediles "díscolos" del gobierno local críticos con el anterior alcalde.

El personal de la Diputación que se elija para reforzar la Oficina Municipal de Turismo, ubicada bajo los jardinillos de Padre Feijóo, tendrá que "abrir el abanico" , según insinuó Baltar y promocionar también el turismo de la provincia. Es decir que cuando un turista o grupo de turistas acuda a pedir información sobre qué ver y hacer en Ourense, las propuestas deben abarcar no solo lo que ofrece la ciudad, para quedarse, sino la oferta de ámbito provincial.