Pese a que el sida se trata en la actualidad de una enfermedad crónica para la que existe tratamiento, es necesario continuar promoviendo desde las instituciones y los centros sanitarios medidas de prevención y sensibilización, ya que a día de hoy este síndrome continúa siendo uno de los problemas de salud pública más graves del mundo.
Se estima que alrededor de 35 millones de personas están contagiadas con el virus VIH; la mayor parte de afectados se concentra especialmente en los países de ingresos bajos o en vías de desarrollo; solo en el África subsahariana vive el 69% de la población mundial VIH-positiva.
El número de infectados se ha reducido en los últimos tiempos e incluso algunos epidemiólogos han señalado que el virus podría estar controlado en menos de veinte años. Por otra parte, la OMS calcula que más de 15 millones de personas en condiciones de recibir terapia antirretrovírica no tienen acceso a los medicamentos.
La tasa se mantiene
No obstante, la enfermedad también actúa en a los países desarrollados. En Ourense, la tasa de infectados se mantiene, según indica el coordinador técnico del Comité Cidadán Anti-Sida que actúa en la provincia, Agustín González Ferro. El número de contagiados con el virus por vía sanguínea a través de inyectables ha descendido, "pero ha aumentado la cantidad de infecciones transmitidas por vía sexual entre heterosexuales" y, aunque se han llevado a cabo múltiples iniciativas para concienciar a la población, la cifra de contagios entre homosexuales sigue siendo la más alta. Sin embargo, "a nivel general las cifras permanecen estables", explica Agustín González.
Con el objetivo de conocer el programa de actuación del Comité Cidadán Anti-Sida, organización que lucha contra la enfermedad desde hace más de una década, el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez y la concejala de Asuntos Sociais, Sofía Godoy, se reunieron ayer con el presidente de la organización, Jesús Apolinar Álvarez.
En el encuentro, el regidor ourensano mostró "muy buena voluntad para implementar las medidas necesarias", afirma González Ferro.
El Concello seguirá desenvolviendo acciones específicas para combatir la enfermedad centradas en la protección, la reducción de la exclusión social que sufren los enfermos y la concienciación a la población en general. Asimismo, el ayuntamiento mantendrá la ayuda económica al Comité Cidadán Anti-Sida y Jesús Vázquez ha garantizado "comunicación directa" para conocer y adaptar las medidas a las exigencias de la sociedad.
Solidaridad con los enfermos
Desde la organización, que invita a los ourensanos a hacer donaciones económicas y a participar en su red de voluntarios para mantener su ritmo de actividad, se organizan iniciativas como el intercambio de jeringuillas y preservativos o la realización de pruebas rápidas de detección del virus para reducir los daños entre consumidores de drogas y personas que se dedican a la prostitución. El programa Calor y Café ofrece un espacio para cubrir las necesidades básicas de los usuarios y sirve para mandar mensajes preventivos y agilizar el contacto con los Servicios Sociales. El Comité cuenta también con un grupo de apoyo para afectados por la enfermedad y se encarga del seguimiento de reclusos. La casa de acogida de la ONG es uno de sus principales servicios, allí acuden personas que sufren desarraigo sociofamiliar y reciben asistencia de forma continuada.
