El actual gobierno municipal en funciones parece dispuesto a abandonar el Concello dejando la casa limpia. Acaba de sacar a concurso, por un presupuesto de salida de 125.000 euros, la contratación del servicio para el tratamiento y eliminación de los "trastos viejos", es decir de las miles de toneladas de residuos voluminosos, desde muebles a colchones, que se han ido acumulando en los puntos limpios de la ciudad, que gestiona Ecourense, y a los que ahora hay que buscar salida, e ir derivando a los puntos de tratamiento especializados. Los puntos limpios, ya no dan más.
Durante estos años se han ido depositando allí todos los grandes residuos desde estructuras de comercios, espejos , y los más diferentes elementos que tiran los ciudadanos en esos puntos limpios. Pero ¿quién limpia los puntos limpios?
El pliego de condiciones que acaba de hacer público el gobierno obliga al futuro contratista, que tendrá un precio de 125.000 euros por dos años de contrata y algo más de 180.000 si se prorroga a tres, el deber de recoger en los puntos de recepción, es decir en los puntos limpios, clasificar y entregar a un gestor autorizado, todos esos residuos de gran tamaño. Es decir debe decir que debe de seleccionar la llamad "madera sucia" y "madera limpia", la chatarra, separarlo en fracciones y llevarlo a un vertedero autorizado.
Nadie se atreve a calcular las miles de toneladas apiladas en los puntos limpios. Desde muebles, camas, espejos, alfombras, adornos, escobas, hasta aparatos electrónicos. Grandes enseres en las vía pública. Claro que el precio de salida incluye el pago de 95 euros por tonelada tratada más 10% de IVA.
