La confirmación por parte de la Consellería de Sanidade de la existencia de un acuerdo entre este departamento de la Xunta y la empresa Aspanas Termal para reconvertir el viejo hospital psiquiátrico de Toén en un centro de atención sociosanitaria para personas con discapacidad ha movilizado a los comuneros de Moreiras, propietarios de los 50.000 metros cuadrados de superficie cedidos hace 60 años al gobierno gallego para la construcción del sanatorio.

También ha generado reacciones contrarias en el sindicato CIG, que ayer denunciaba la cesión "oscurantista" de las instalaciones a una empresa "a cambio de nada". Los dirigentes de esta formación Etelvino Blanco y Anxo Pérez aseguraron que ya sospechaban que la "privatización" era el verdadero objeto del cierre y traslado que se ejecutó hace un año. De hecho, acusan a la Xunta de provocar el deterioro que sumió en el abandono al viejo psiquiátrico a base de no invertir en mantenimiento y mejoras "para regalárselo ahora a esta empresa".

Además, advierten de que la reconversión podría generar "problemas jurídicos" debido a que la cesión del suelo se hizo bajo la condición de que se dedicaría siempre a uso sociosanitario. De no ser así, el terreno revertiría nuevamente a sus propietarios. Lo que se ha avanzado del proyecto hasta la fecha incluye, además de un centro de terapia y reinserción para discapacitados, la puesta en marcha de talleres de artesanía, lo que genera dudas en este sindicato sobre la función del suelo. Critican también que la cesión sea por 50 años, "toda una vida".

Por su parte, y a pesar de que todavía no se les ha informado oficialmente de un acuerdo que lleva meses negociándose, los comuneros se muestran "contentos" de que por fin se vislumbre un uso para las instalaciones abandonadas desde que los 55 pacientes de salud mental fueron trasladados a Piñor hace 16 meses.

La clausura del viejo psiquiátrico echó el cierre también a una parte de la actividad del municipio, que se nutría de la economía que generaba la actividad en el hospital. El alcalde Amancio Cid ya reclamaba entonces un uso para el edificio, bien como geriátrico o incluso como un hotel.

Los comuneros tendrán que esperar al lunes para conocer los detalles del proyecto que plantea Aspanas. Han sido convocados por la gerente del CHUO, Eloína Núñez, a una reunión en la que también estará presente el regidor.

La CIG lamenta que la Xunta no haya "velado por los intereses de 30 discapacitados de esa empresa que están en la calle sin cobrar". El lunes presentarán un recurso contra el ERE extintivo ante el TSXG.