Más allá de las interpretaciones interesadas que se hacen y de las justificaciones públicas, la controversia suscitada por la contabilidad del grupo municipal socialistas será objeto de debate en la reunión que celebra hoy la permanente de la dirección provincial del partido, y en la que algunos de sus miembros están dispuestos a proponer que se adopten "medidas drásticas", que sería exigir la dimisión de los responsables del escándalo.

Una propuesta que choca con el planteamiento de la dirección del PSdeG, partidaria de que por parte del gobierno socialista en el Concello, en minoría, se "envíen mensajes para mantener la confianza de los ciudadanos", aunque reconocen que el actual no es el mejor escenario posible.

Si la "indignación" en la calle es real, como así advierten algunos de los miembros de la dirección provincial, "nosotro tenemos que tomar decisiones", y señalan directamente a los que desde hace tiempo se desmarcaron del partido, en alusión a los ediles que se enrocaron con el anterior regidor, incluido el actual, Agustín Fernández.

Así, dicen estar convencidos de que a ese grupo de concejales, los denominados "paquistas" los sigue controlando Francisco Rodríguez, que ayer pasaba por el juzgado, como cada día 1, y también el 15, de cada mes, medida acordada por la juez de Lugo, Pilar de Lara, desde el mismo momento de su puesta en libertad bajo fianza.

El freno que le pretenden poner al ímpetu de estos miembros de la ejecutiva provincial, por parte de la cúpula gallega, está relacionada con mantener la Alcaldía de Ourense, para lo cual es necesario el apoyo del BNG, antiguos socios en el gobierno bipartito. que serán a la postre los que puedan determinar el futuro, sobre todo ante acontecimientos que se sustancian en el ámbito judicial, ya que de confirmarse la imputación de la teniente de alcalde y edil de Bienestar Social, Marga Martín, todo podría cambiar.