Los atracos, un delito que se han incrementado en la provincia de Ourense un 88% durante el último año, suman dos nuevos quebraderos de cabeza para los investigadores de la Guardia Civil. Ayer se registraron dos asaltos, uno consumado y con un elevado botín de 100.000 euros en Vilamartín de Valdeorras, y otro, un intento frustrado en Xinzo de Limia.

La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense está tratando de atar cabos tras perpetrarse a las dos de la tarde de ayer un atraco en un concesionario de vehículos de gama media y alta ubicado al pie de la nacional N-120, en Vilamartín de Valdeorras. Un hombre con la cara tapada y provisto de una pistola se apoderó de 100.000 euros en efectivo que había en el establecimiento tras intimidar a los dos empleados que se encontraba en el interior.

Según indicaron fuentes de la Guardia Civil, el asaltante llegó a disparar al aire para atemorizar a los trabajadores de la compraventa de coches de importación y conseguir el dinero. A los investigadores les llama la atención la presencia de semejante cantidad de dinero en efectivo en el local. El asaltante abandonó el concesionario a pie después del robo. Desde la empresa de automoción, que al parecer está formada por varios asociados, declinaron ayer realizar ninguna manifestación para no perjudicar, señalaron, la investigación abierta por la Guardia Civil.

A las 20,30 horas la Guardia Civil recibió la segunda alerta del día por un asalto. En este caso el atracador tenía todas las intenciones pero no llegó a robar. Un individuo disfrazado y con un arma, según indicaron fuentes del instituto armado, irrumpió en una joyería de Xinzo de Limia y le exigió el dinero a la empleada. La dependienta empezó a gritar y el ladrón reaccionó abandonando el establecimiento sin llevarse nada.