La nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ourense, en la que se invertirán 49 millones de euros, estará en servicio a finales de 2015, y contará con la tecnología más vanguardias, como proclamó la directora general de la sociedad estatal Acuanorte, Isabel Pérez-Espinosa, durante la presentación del proyecto en la Subdelegación del Gobierno, y tendrá una capacidad de depuración para 350.000 habitantes frente a los 120.000 de la actual, que se encuentra en un espacio contiguo a donde se construirá la nueva infraestructura, en la zona de Reza.

Una infraestructura que se convierte en pieza clave en el saneamiento y desarrollo sostenible de Ourense, y está incluida en el protocolo general de colaboración que suscribieron el Gobierno central y la Xunta de Galicia para la ejecución del Plan Nacional de Calidad de las Aguas. Por lo que la inversión prevista estará financiada en un 75% (36,75 millones) por el Ministerio de Agricultura, a través de Acuanorte; la Xunta un 20% (10,11 millones); y el Concello de Ourense con el 5% restante (2,14 millones).

La nueva planta resolverá el "grave problema" que existe, como recordó el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, ya que desde hace varios años una sentencia del alto tribunal gallego ordena la clausura y cierre de la actual, a lo que se le suman los problemas "estructurales y operativos (falta de capacidad de tratamiento y diseños obsoletos)", como señaló la directora general de Acuanorte, para recordar a la UTE adjudicataria de la obra: Copasa-Degremont y S.A.U.-Passvant España, cuyos directivos estaban presentes en la presentación, los plazos de ejecución; 6 meses para la realización del proyecto, que finaliza en julio, y los 27 meses para la ejecución de la obra.

La "eficacia y la eficiencia" son para Isabel Pérez las prioridades que marcan el desarrollo de un proyecto que debe estar finalizado el 31 de diciembre de 2015, para cumplir con lo que establece la normativa de fondos europeos, que se destinan para la nueva estación depuradora que tendrá una capacidad para tratar completamente un caudal de 4.238 metros cúbicos/hora de aguas residuales, y contará, tanto en la línea de agua como en la línea de fangos, con una tecnología vanguardista.

De ahí que uno de los objetivos fundamentales del diseño de la nueva instalación es la de centralizar los equipos de tratamiento de fangos en un edificio y de esa forma evitar los trasiegos de esos fangos entre etapas de tratamiento, lo que permitirá reducir la emisión de olores y de aire a desodorizar, que se había convertido en una de las principales quejas de los vecinos de Reza, que derivaron en las denuncias judiciales.

Además de garantizar la accesibilidad a las tuberías y a los equipo, la estación depuradora incorporará para la línea de agua un sistema de decantación "lamelar compacta" y otro de tratamiento biológico, así como un proceso de digestión avanzada de lodos para la línea de fangos, que según explican los técnicos forman parte de las últimas técnicas que en materia de depuración se están implantando.

Consumo energético

Otra de las cuestiones relevantes del proyecto, es que el diseño y la incorporación de las nuevas tecnologías de depuración permitirán que la nueva estación depuradora de Ourense optimice sus procesos con una reducción de su consumo energético. Así como se reducirá la cantidad de biosólidos producidos, y valorizará los fangos que se produzcan para que puedan ser reutilizados en la agricultura.

Y tan importante como reducir el coste de energético, para la directora general de Acuanorte es que el modelo por el que se optó para la nueva depuradora tiene como prioridad acabar con los olores y ruidos de la actual, y de esa forma "evitar la incomodidad para los ciudadanos".

El proyecto también incluye la construcción de nuevos colectores, y una vez se pongan en marcha las nuevas instalaciones, se procederá a demoler la actual depuradora y se iniciarán los trabajos de acondicionamiento de los terrenos en zona verde.