Reconoce que le hacía "mucha ilusión" ofrecer el concierto de "Soas muller", con Rosa Cedrón, en su ciudad, un proyecto que ya tiene cuatro años. "Se empezó a idear en 2008" y sacaron el disco conjunto en 2010. Aunque había ofrecido un concierto en Celanova con Rosa Cedrón, "esta es la primera vez que llega a casa, y me hace mucha ilusión", después de hacer giras por todo el país y de dar numerosas vueltas por Galicia. "Traer la actuación al Teatro Principal de Ourense es algo especialmente bonito para mí", afirma.

-Vuelve al lugar de origen.

-Este proyecto nació en Ourense, en la casa de mi madre.

-El público ourensano la ha visto francamente emocionada, en algunas de las actuaciones que ha ofrecido en la ciudad, con muchos abrazos y muchos besos para la gente más querida. Se nota que aquí vibra de una forma especial. Da la sensación de que todavía adquiere más fuerza y más luz en Ourense.

-A todos nos pasa igual. Cuando estás en la casa, con tu gente, sientes un cariño especial. A mí me gusta mucho volver y poder trabajar en mi ciudad. Llevo casi 15 años fuera de Galicia. Tener una excusa para trabajar aquí es precioso.

-¿Cómo lleva una ourensana eso de ser artista internacional, con éxito en Estados Unidos e incluso en Asia?

-Las raíces van contigo vayas a donde vayas. Esas raíces lo que hacen es enraizar de nuevo, estés donde estés, y de esa raíz sale algo diferente que no pierde el origen. Estoy en Estados Unidos por circunstancias de la vida, pero sigo siendo gallega, y me hace especial ilusión poder estar siempre enraizada y siempre conectada a Galicia.

-Sorprende que la cultura gallega pueda interesar en puntos tan distantes y se pueda vender en varios continentes.

-A mí no me sorprende, porque es algo que lo llevo haciendo desde hace muchos años. Creo que tenemos un mercado increíble fuera de Galicia. La carrera de muchos de nosotros se ha abierto precisamente fuera y continúa por ahí. Yo en la actualidad hago una gira al año por China, otra por India, doy giras por Estados Unidos y luego está todo lo que hago aquí, con actuaciones durante el verano. Lo importante es seguir trabajando, continuar abriendo mercados en países emergentes como son China e India y mostrar las maravillas de nuestra cultura, a través de la música de raíz, pero también a través de otras muchas músicas que tenemos y que se hacen aquí.

-¿De dónde saca tanta energía?

-Como todos, cuando no la tienes no hay más remedio que buscarla. Siempre he tenido mucha energía. No me gusta estar quieta. Lo que hago es estar todo el tiempo trabajando para no perder el tiempo.

-¿La ha atrapado el veneno de la música, del que no puede liberarse?

-Es mi vida. Llevo desde los cuatro años con la música. No entiendo otro tipo de vida que no sea este. Tengo la fortuna de dedicarme a algo que es mi pasión, por lo tanto no lo considero un trabajo. Creo que soy especialmente afortunada por poder estar durante ocho meses al año viajando por todo el mundo y haciendo lo que más me gusta.

-¿Estados Unidos es la aldea global que acoge a todo tipo de razas y culturas?

-Estados Unidos es un país hecho con gente de todas las partes del mundo. En Nueva York todos somos de fuera, y todos encontramos allí nuestro sitio. Cada uno va buscando su camino sin darse codazos. A mí me ha ido bien allí. Yo me fui a Estados Unidos para hacer un doctorado, con la idea de volver para Galicia, pero todo empezó a ir especialmente bien y por circunstancias de la vida me fui quedando.

-¿La gaita tiene espacio en el mundo?

-¿Cómo no va tener espacio? Yo llevo quince años por ahí, encontrando gaiteros en todas las partes del mundo. Está en todas las civilizaciones. Donde hay un pastor, antes hubo un gaitero.