El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, sostiene que no hay "ningún cabreado" entre los 35 cabezas de lista que ha renovado el Partido Popular en la provincia de Ourense, parte de los cuales son alcaldes. Pero admite, a renglón seguido, que "el cabreo les pasa inmediatamente", porque saben que "no todo va salir como uno quiere".

Toca sobre la llaga, al referirse al caso del Concello de Ourense –donde Rosendo Fernández relevará a Enrique Nóvoa–, advirtiendo que "solo puede haber un número uno, y en la lista solo pueden ir catorce personas; es imposible que se puedan acoplar todos los que quieren ir". Por lo tanto, la dirección del partido, bajo la dirección de su hijo, José Manuel Baltar Blanco, asume el reto de "escoger lo mejor", aunque admite: "Eso no quiere decir que no se pueda equivocar uno".

Respondió a la pregunta de si le tuvieron que "dar la papilla política del relevo con la cucharita pequeña", argumentando que "alguno la traga bien con la grande", por la disciplina que hay en el partido.

José Luis Baltar reconoce que el PP ha cambiado alcaldes, que tenían la condición de "caballo ganador, porque los caballos ganadores también se hacen viejos y pueden tener algún problema físico".

El PP optó por realizar una profunda renovación, porque estima que "en cada momento hay que presentar la mejor lista". El presidente de la Diputación recuerda que "en un equipo, no juegan siempre los mismos. El entrenador tiene una plantilla, y dispone quién tiene que salir en cada momento. Eso es lo que pasó aquí. Se agradece el trabajo de todos, pero hay que hacer nuevas incorporaciones. La política no puede ser monolítica".

José Luis Baltar defiende la necesidad de impulsar cambios en los partidos políticos, porque los cargos públicos que permanecen muchos años al frente de las instituciones, poco a poco "se van acomodando a una rutina o a una manera de hacer las cosas", por lo que considera conveniente que "entre una persona nueva, para que marque unas pautas distintas", además de llegar "con más empuje", al tener "más ganas".

El cambio de cabezas de lista "no supone que haya que tirarlo todo", admite. "Las listas tienen que ser "un reflejo de la sociedad", por lo que José Luis Baltar Pumar se muestra partidario de que incorporen a "algún jubilado", porque representan el 30% de la población, algún joven, miembros de profesiones liberales y de otros sectores, para que tengan la mayor pluralidad posible.