La concelleira de Turismo y Comercio, Ana Garza, presentó ayer a varios feriantes que instalarán sus puestos en el Campo da Feira, un modelo de la ubicación donde desempeñerán su actividad cuando se ejecute la totalidad del proyecto.

Todos los puestos contarán con cocinas del mismo tipo, fregaderos, así como tomas de aguga y luz. Las modificaciones acometidas, que se han consensuado con los comerciantes durante el último mes para "incorporar todas sus sugerencias", según Garza, se adaptarán a la normativas sanitarias, con pavimentos lisos, suministro de agua caliente y desagüe.

"No existen desencuentros, y la reunión ha sido positiva", destacó la concejala. Sí reconoce algún discurso discordante, como la posibilidad de disponer según el caso de cocinas cerradas al estilo de un restaurante. Garza asegura que "se está atendiendo a sus necesidades" con el diseño de los espacios que albergarán los días de feria: 7, 17 y 26 de cada mes.

QL desarrolla las estructuras

La reforma del Campo da Feira es un proyecto adjudicado a los arquitectos Carmen Mazaira y Tomás Valente, presupuestado con 1,5 millones de euros a cargo del anterior Fondo de Estatal de Inversión Local, y en el que la empresa QL Ingeniería se encarga de desarrollar la estructura de la instalación.

El concejal de Comercio del PP, Aurelio Gómez Villar, apelaba al aparente descontento de los comerciantes durante el pleno ordinario del mes de marzo que se celebró el pasado viernes. El bipartito refutó una moción popular que aludía a estas reformas; y Garza reprochó con tono agrio que "en 50 años, no fueron capaces de hacer ninguna".