La oleada de asaltos a vivienda registrada las últimas semanas en Ourense, alguno de ellos robos con fuerza en los que los asaltantes pasaron por alto la presencia en el interior de los propietarios de la casa, ha supuesto un revulsivo para muchas empresas del sector de seguridad, que han detectado en algún caso aumentos de hasta el 30% en las ventas de alarmas con sistemas más completos de los que se solicitaban hasta el momento.

Videocámaras conectadas a circuitos cerrados de televisión que el propietario de la casa o empresa puede controlar desde el interior; sensores que rodean el perímetro de la finca y advierten de la entrada de un intruso, o incluso sistemas de alarma conectados al móvil del propietario o a una una firma de vigilancia y a la policía, son algunos de los sistemas que empiezan a solicitar dueños de viviendas, y empresarios, a las firmas de seguridad de Ourense.

"La mayoría de nuestros clientes, obre todas las que viven en un chalé aislado ya disponían de algún tipo de alarma en la vivienda, pero ahora durante esos días en los que se producían casos de robos a diario en la provincia, aumentó entre un 30 y un 40% la demanda de otros sistemas más complejos e incluso de videocámaras", explica Julia Navaza, responsable de "Bazar Japón", una de las firmas, especializadas, junto con Sidese en instalación de sistemas de seguridad.

Los precios oscilan desde los 300 euros de una alarma convencional, que se sitúa sólo en uno o dos puntos claves de acceso a la vivienda, hasta varios miles de euros, si se trata de seguridad en grandes empresa que dotan videocámaras y alarma conectad con un servicio de vigilancia 24 horas, que está conectado a su vez con la policía.