El Lérez sigue en alerta por sequía. Así lo acordó ayer la Oficina Técnica da Seca después de comprobar que el río aún no ha alcanzado su estado óptimo para esta época del año. Pese al notable aumento del caudal que supuso el temporal "Ana", el pasado día 10, desde entonces se ha registrado un descenso del 40% y el Lérez y los demás ríos de la demarcación Galicia-Costa "aún se encuentran a un 52% por debajo del caudal histórico propio de esta época", señala Augas de Galicia, que además no prevé nuevas precipitaciones a corto plazo.

A lo largo de este mes de diciembre, la estación de Meteogalicia en Campolongo acumula 154 litros de lluvia por metro cuadrado, 85 de ellos concentrados el día del temporal. Tras el enorme aumento del caudal que supuso aquella tromba de agua, el Lérez comenzó a estabilizarse dos días después, cuando presentaba un caudal medio de 15,5 metros cúbicos por segundo. Pero desde entonces se registra un descenso paulatino que ayer se situaba en los 9 metros cúbicos, un 40% menos en una semana.

Aún así, es uno de los mejores balances de todo el año, pero no es suficiente para levantar la alerta, pese a que el Concello ya decidió hace días anular las medidas de ahorro. El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez Martínez, ya advertía hace unos días que la situación no era en absoluto ideal y ayer se conformó que la alerta sigue adelante.

Recuperación insuficiente

Los técnicos concluyen que, con carácter general, se aprecia una recuperación de los caudales circulantes de los ríos de Galicia-Costa de un 30% respecto a los que llevaban los días previos a la borrasca "Ana". Pero a pesar de esta subida general, "los ríos de la demarcación siguen un 52% por debajo del caudal que históricamente circula de promedio en esta época del año" y se apunta que "es posible que bajen en los próximos días, pues aún se está produciendo la estabilización de los caudales, después de las lluvias de la semana pasada". La cuenca del sur de la demarcación (Pontevedra) fue donde se notó una mayor mejoría.

En relación con la situación de los embalses, también hubo mejoría y el promedio se sitúa en el 65,9%, si bien el del Pontillón, que abastece a Pontevedra, ronda el 100% de ocupación.

Rechazo al trasvase

Por otro lado, el Concello de Pontevedra ya se había manifestado en contra del proyecto de la Xunta y del Concello de Vigo de realizar un trasvase de agua desde el río Verdugo a la presa de Eiras, pero ayer se hizo oficial con un acuerdo al respecto por parte del gobierno local. En él, el equipo municipal considera que el trasvase "es un atentado ambiental gravísimo al ecosistema del Verdugo pues tendrá un impacto muy importante con consecuencias en las corrientes, en las sedimentaciones, en la fauna del río, en la dilución de la depuradora y en la salinidades".

También subraya que "la desembocadura del Verdugo y los bancos marisqueros de Arcade son un recurso económico de primer orden que seguro se verán negativamente afectados" y denuncia que el trasvase "no cuenta con informe alguno que demuestre su viabilidad ni sirve para resolver los problemas de abastecimiento de Vigo".

De este modo, el gobierno local de Pontevedra se alinea con el de Ponte Caldelas, que también rechaza de plano el proyecto.