Los voluntarios de la Protectora de Animais do Morrazo tiraron de ingenio para recaudar fondos que les permitan sufragar los altos gastos veterinarios y de alimentación que deben soportar para mantener un servicio que atiende en estos momentos a más de 90 perros abandonados en el saturado refugio comarcal de Broullón. A esto hay que añadir los 40 perros que tienen repartidos en distintas casas de acogida de vecinos que colaboran con la Protectora.

Para recaudar fondos han recurrido a la elaboración de calendarios de 2018 con fotografías de 12 de los perros del refugio. Cada uno de ellos posa a modo de modelo con algunos de los paisajes más icónicos de la comarca al fondo. Los 12 meses están divididos de forma que tras los perros se pueden ver cuatro espacios de Bueu, otros cuatro de Cangas y otros tantos de Moaña.

La secretaria de la protectora, Lorena Gago, explica que los perros que posan son algunos de los más veteranos: En enero el protagonista es Rafa, en el Bosque Encantado de Aldán; en febrero posa Binta, ante la estatua moañesa de O Fisgón; en marzo el "modelo" es Macky, en Cabo Udra; en abril Lía aparece ante la "Caracola" de Donón; en mayo el perro Rande asume el protagonismo ante las vistas desde el Monte Paralaia.

Ya en verano la mascota Bufón posa en la playa de Area de Bon; Flecha en Punta Couso; Tuna en Domaio con el puente de Rande al fondo; y Panda en el Mirador de Chans, en Bueu.

El último trimestre del calendario está ocupado por Laika, con una bonita foto en el casco vello cangués; Mía ante el muelle de Meira; y Pinto en la playa de Lagos.

La Protectora de Animais, que finalmente cobró las ayudas municipales de Cangas, tras haberlo hecho antes con Moaña, sigue pendiente de la aportación del Concello de Bueu. Para recaudar fondos venderán los calendarios a 8 euros en varios puntos de venta de la comarca. Además también pusieron a la venta lotería de Navidad. También se pueden comprar en el teléfono 697523385.

Desde la Protectora quieren concienciar a los vecinos, en estas fechas, de que no se regalen perros como si fuesen juguetes, porque implican una responsabilidad a largo plazo "e non son obxectos", recuerdan.