En la más estricta intimidad y aún con la conmoción del trágico accidente del viernes a mediodía. La familia de la menor de cuatro años fallecida tras el atropello de una motocicleta despidió ayer a la pequeña de una manera íntima y familiar. El cuerpo llegó poco antes de las tres de la tarde al tanatorio municipal de Bueu, donde fue velado hasta alrededor de las seis de la tarde. La familia transmitió a través de sus allegados su petición de no recibir duelo ni flores y no estaba prevista la celebración de funeral. Aún así, hasta el tanatorio buenense acudieron numerosos vecinos y conocidos para trasladar sus condolencias a la familia.

La pequeña residía en Bueu desde hace algunos meses junto a su madre, natural de la parroquia canguesa e Coiro, y junto a la pareja de esta. Después del velatorio estaba previsto que el cuerpo fuese trasladado a Vigo para la incineración, en un ámbito estrictamente familiar.

Mientras tanto, la Policía Local de Bueu continúa con la instrucción del atestado del accidente que le costó la vida a la niña. Hasta ahora se ha tomado declaración a los testigos presenciales y está previsto que a principios de semana se trasladen las actuaciones al Juzgado de Marín, que será donde se determine el procedimiento a seguir. El conductor de la moto que golpeó a la pequeña mientras cruzaba el paso de peatones es también menor de edad -tiene 17 años- y el titular del juzgado podría dictar el traslado de la causa a la Fiscalía de Menores. En el atestado policial no se tipificará un presunto delito, una calificación que en estos casos corresponde al ministerio fiscal.

El suceso ocurrió el viernes a mediodía en el lugar de Loureiro, cuando la niña regresaba de pasar la mañana en la playa junto a sus familiares. Cuando cruzaba un paso de peatones situado a escasos metros de su domicilio recibió un fuerte golpe en la cabeza de una moto, cuyo piloto presuntamente no se percató de su presencia. A pesar de que fue atendida en el mismo lugar de los hechos y luego trasladada en un helicóptero del 061 falleció poco más tarde en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.